Por Esto
Alrededor de 500 predios en Isla Mujeres ya está en manos de extranjeros, lo que representa un 20 por ciento de los dos mil 500 de uso habitacional y comercial existentes.
El 17 de agosto de 1850 se fundó el Pueblo de Dolores, hoy Isla Mujeres, por parte del gobierno de Yucatán. Había poco más de 250 pescadores, de las familias Magaña, Martínez, Figueroa, Celis, Velázquez, entre otros.
Muchos llegaron a la isla huyendo de la Guerra de Castas que se detonó tres años atrás, cuando los indígenas mayas se rebelaron contra la población de blancos, criollos y mestizos.
Convivieron muchos de ellos con el pirata español Fermín Mundaca, tratante de esclavos en Cuba quien se refugió aquí en su hacienda fortificada, hoy sitio cultural para recorridos.
La actividad primordial de esos primeros pobladores fue la comercialización de especies marinas, además de la producción de la sal en la laguna Salina.
Así avanzó todo un siglo con lento crecimiento de población, pero al darse a conocer sus atractivos submarinos con los corales y playas, los amantes del buceo y del nado comenzaron a llegar a partir de la segunda mitad del siglo XX, para posteriormente dar paso al desarrollo turístico no solo de Isla Mujeres, sino de Quintana Roo.
La población isleña fue creciendo al paso de los años con la gente local y algunas personas que llegaron en busca de mejores oportunidades de vida y que finalmente marcaron su residencia en la ínsula.
Extranjerización de Isla Mujeres
Por muchos años fue así, pero en las últimas tres décadas Isla Mujeres experimenta un cambio radical al que bien podría llamársele de extranjerización, ya que actualmente la ínsula es habitada por 500 extranjeros que ocupan al menos 20 por ciento de los predios, en su mayoría ubicados frente al mar del circuito perimetral y Punta Sur, incluso ya están adquiriendo inmuebles de las colonias populares mediante acuerdo de compraventa vía fideicomiso con familias locales, en un proceso opaco, en medio del silencio del gobierno municipal.
La adquisición de esos terrenos inició en 1993 cuando se publicó la declaratoria de usos, destinos y reservas de Isla Mujeres, que a la fecha es el instrumento normativo que rige a la isla en materia de Desarrollo Urbano.
Se han vendido incluso terrenos en demasía, espacios destinados a la recreación visual en el circuito perimetral, han tapado la vista al mar con obras de dos o más niveles de construcción para casas de verano en zonas aledañas al Colegio de Bachilleres y Punta Sur, según las denuncias de varios vecinos en los últimos tiempos.
Promesa incumplida
El Plan de Desarrollo Urbano (PDU) establece que se reorientarían nuevos nichos de mercado, cuyo principal destino (o único) sea Isla Mujeres, lo cual repercutiría en un incremento de la derrama económica de la isla y la generación de nuevos empleos.
Para ello, agrega, es necesario que se emprendan una nueva serie de acciones y proyectos que vengan a fortalecer la gama de atractivos y actividades de la isla.
El Plan Maestro de Desarrollo Urbano y Turístico señala: En distintas épocas y condiciones sociales y económicas mundiales, se han dado, entre otros, los siguientes ejemplos: La rehabilitación y modernización de varias islas europeas como: Capri, Ibiza o algunas de la Islas canarias.
El renacimiento de Hawaii
El documento agrega que se debe iniciar con la generación de un instrumento le otorga solidez y canales legales a la instrumentación de los proyectos y acciones.
Eso fue en 1993 cuando había menos de 10 mil habitantes, hoy se ha duplicado ese número, por lo que hay muchos casos de hacinamiento familiar de gente nativa y de los que llegaron para trabajar.
Familias que vendieron sus predios a extranjeros, se fueron a vivir hacinados con los padres; se trata de aquellos terrenos que financió el gobierno de Quintana Roo a través del Instituto de Fomento a la Vivienda y Regularización de la Propiedad (Infovir) en colonias como La Gloria, en zonas especialmente frente al mar, aunque también hubo operaciones de compraventa en el área interior de éste y otros sectores.
La venta de predios de uso social superaba hasta hace dos décadas más de un millón de pesos, aunque tuvo un costo a crédito de alrededor de 100 mil pesos.
Por necesidad la gente vendió sus casas, ante la falta de ingresos suficientes para subsistir, según alegan algunos que aceptaron hablar del tema. Venta de espacios verdes.
En este contexto, se buscó la postura de las direcciones de Catastro y Desarrollo Urbano sobre el tema, sin embargo, el silencio fue la respuesta, quien aceptó hablar fue el expresidente municipal, Hugo Sánchez Montalvo, el cual manifestó que este fenómeno de compraventa vía fideicomiso avanza sin freno, lo mismo se venden espacios de fundo legal como áreas verdes, accesos a playa, demasías y lotes habitaciones de interés social.
El exedil lamenta la construcción de inmuebles de dos y tres niveles que vienen a tapar la vista al mar en sitios donde se podría disfrutar de ésta en el Circuito Perimetral y Punta Sur. Ve difícil revertir todo esto, “pero sí es saludable que un gobernante con voluntad promueva revisar las desincorporaciones de terrenos públicos de la parte sur ante presuntas irregularidades”.
Causan preocupación, sostiene, los nuevos hoteles y otras edificaciones de uso turístico en Sac-bajo, y Circuito Perimetral, por lo limitado de los servicios de luz, agua y drenaje; en este punto consideró las frecuentes interrupciones del suministro eléctrico son causa de la sobrecarga de la red.