Novedades edición electrónica/Enrique Mena Foto: David Tejeda
Por cada nuevo negocio que abrió sus puertas este año en Quintana Roo, cuatro más se fueron a la quiebra ante la falta de ingresos, uno de los impactos más drásticos del Covid-19 en el país.
Mientras el nacimiento de nuevos negocios fue de 7.67%, la muerte de empresas alcanzó el 31.88% en el estado, de acuerdo con la segunda edición de la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por Covid-19 en las Empresas (Ecovid-IE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En 2019, la entidad cerró con un total 70 mil 224 establecimientos, a los cuales, durante 2020 se habrían sumado alrededor de cinco mil nuevas unidades, sin embargo, en este mismo año alrededor de 22 mil tuvieron que bajar sus cortinas a causa de la emergencia sanitaria, según las estimaciones.
Los datos más actualizados del Visualizador analítico para el Covid-19 del Inegi actualmente la cantidad de unidades económicas en la entidad es de 53 mil 642, un balance general que representó una baja de 16 mil 582, comparado con el cierre de 2019 (considerando aperturas y cierres).
Según las cifras oficiales, los otros estados que también presentaron las cifras más altas de negocios que se fueron a la quiebra, después de Quintana Roo, fueron: Baja California sur, Campeche, Colima, Nuevo León, Sinaloa, Tabasco y Tamaulipas, de entre 28% y 26%.
Eloy Stalin Quintal Jiménez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) delegación Chetumal, explicó que el coronavirus prácticamente “ahorcó” a los negocios hasta orillar a los propietarios a ya no volver a abrir el local.
El principal argumento fue que simplemente no se tenían los recursos suficientes para cubrir los costos fijos y variables como la energía eléctrica, renta, salarios del personal, agua potable, servicio de telefonía e impuestos, insumos, mano de obra, principalmente.
El líder empresarial del sur comentó que en el caso de Chetumal, el año pasado fueron aproximadamente 100 negocios que cerraron definitivamente por las bajas ventas; sin embargo en este año el cierre obligado por el tema de la pandemia del coronavirus complicó la situación de unas ocho mil unidades, que en su mayoría pausó sus operaciones.
“Ha sido un año difícil para la economía local porque muchos de los compañeros se vieron afectados severamente, ahora estamos tratando que en esta reactivación generemos los suficientes recursos para mantenernos en pie”, destacó Quintal Jiménez.
Con el cierre temporal a partir de finales de marzo y hasta el 31 de mayo, como medida de prevención de contagios, muchos ya no pudieron volver a abrir porque además tampoco les perdonaron las rentas, que terminó desgastando el bolsillo del empresario, añadió.
Por su parte, Juan Jaime Mingüer Cerón, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) Chetumal-Tulum, consideró que debe haber acceso a bolsas estatales y federales, a través de programas de financiamiento para que el empresario haga la solicitud y aplique a la permanencia de los negocios. Mientras tanto, esperan que las ventas del cierre de año les ayuden a generar los recursos monetarios suficientes para prevenir que haya mayores números negativos.
El sector empresarial espera que la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR), así como en impuestos aduaneros, propicien la estabilidad financiera.