Columna: Seguridad y Defensa. Carlos Ramírez. www.24-horas.mx
El estallamiento de la pandemia por el Covid-19 podría crear un escenario por unos cuatro meses más de doble conflicto: en los EE. UU. el confinamiento y las policías en las calles están disminuyendo la demanda y los cárteles en México están registrando una caída en el flujo local y hacia el otro lado de la frontera.
No se prevé que este escenario permanezca de ahora en delante, pero sí que tenga efectos de reestructuración en productores y traficantes. A pesar de generar mucho dinero líquido en el momento, los cárteles y sobre todo los traficantes no trabajan con ahorros.
El tráfico-consumo masivo de droga en los EE. UU. se realiza en las calles y ocurre de manera cotidiana. La caída en la actividad económica, la disminución salarial y el efecto natural de subir precios en época de escasez ha preocupado a analistas de seguridad estadounidenses, porque podría darse un aumento en la criminalidad en las calles y en los hogares con robos mayores para compra de drogas. Y la disponibilidad no será tan fácil por el confinamiento y la policía en las calles.
En México podría registrarse un reacomodo en los cárteles. Y no necesariamente de mercado, sino violento. El consumo interno de droga en las ciudades se verá interrumpido también por el confinamiento que podría durar abril y mayo, y quizá junio, con menos restricciones tan estrictas.
La preocupación local radica en prever reacomodo de labores de delincuentes al menudeo que robaban a transeúntes en las calles y en transportes públicos, porque el confinamiento antivirus ha abatido casi en la totalidad el uso de vehículos. Y no habría un cambio automático de labores a robos a casas, porque el confinamiento mantiene los hogares con personas. Ello indicaría, en todo caso, un aumento en el robo a negocios cerrados, sobre todo porque no se ha incrementado el patrullaje policiaco en las calles.
Donde se prevé violencia sin control por el virus es en las prisiones, donde no existen controles ni condiciones de salubridad. Y los delincuentes van a multiplicar presiones y motines aprovechando el virus.
ZONA ZERO
Las cifras oficiales de homicidios que registra el Gobierno federal están mostrado un nulo efecto negativo en la inseguridad. Desde el 20 de febrero las tasas se han mantenido en promedio arriba de 80 muertos, arriba del promedio de 75 de períodos anteriores. Y en los datos, Guanajuato sigue ocupando el sitio como el estado en el que ocurre el mayor número de fallecidos en actos delictivos.
* Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.