Luces del Siglo/Staff
A pesar de que se tenía contemplada la participación del Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) y Grupo Vidanta en el proyecto del Tren Maya, finalmente no invertirán en esta megaobra de infraestructura.
Cuando recién comenzó a planearse, ambos grupos empresariales mostraron interés para ser parte del proyecto insignia del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Asur iba a construir la terminal a un costado del aeropuerto de Cancún y Vidanta también quería sumarse a una terminal en la Riviera Maya. Sin embargo, Rogelio Jiménez Pons, titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), ya descartó esas dos posibilidades. “Sí habrá terminal en Cancún, pero no con ellos (Asur)”, indicó el funcionario en una entrevista con el diario El Sol de México en la capital del país. Jiménez Pons agregó que Vidanta ya no ha manifestado interés para invertir en el proyecto.
Apenas en junio pasado, cuando se dio el banderazo para iniciar las obras en tres tramos del Tren, el presidente López Obrador nombró a Daniel Chávez, dueño de Vidanta, como asesor del proyecto en la zona de Quintana Roo.
“Vidanta es un grupo aliado, pero no está manifestando ninguna inversión directa con nosotros. Nada más participan opinando, pero realmente no tiene rol de inversionistas ni nada”, aclaró Jiménez Pons.
El director general de Fonatur señaló que la obra va bien en términos generales, con todo y los contratiempos que causó la pandemia de Covid-19. Se retrasaron algunos temas de gestiones y movilización de personal, pero la próxima semana comenzará a verse mayor incremento en el trabajo de las empresas que trabajan en el Tren.
Respecto al consorcio BlackRock, único que presentó propuesta para el tramo 5 del Tren Maya que incluye la modernización de la carretera Cancún-Tulum, y al que se refirió López Obrador esta semana por saber que tiene fama de “abusivo”, Jiménez Pons rechazó que vaya a haber algún conflicto.
“Hay que recordar que detrás de esto está la ONU, se hace un estudio, también está la Unidad de Inteligencia Financiera el SAT, todo mundo opina. Todas (las empresas) tienen pecadillos de impuestos, cualquier mexicano tiene pecadillos, pero ninguna ha salido con que tenga un pecado tan grande como para que se le impida participar”, indicó.
Critica a ambientalistas
Jiménez Pons señaló que la marginación y la corrupción son lastres que están acabando con la selva en el sureste de México, y no es culpa del proyecto ferroviario.
“La gente se mete por necesidad a la selva a destruir, por eso se asocian con grupos que explotan maderas y animales, es como con el huachicol. Hay que sacar a esa gente de la marginación, mientras no lo hagamos van a seguir destrozando el medio ambiente”, comentó.
Sobre los señalamientos de grupos ambientalistas del daño que supuestamente causará la obra a la selva, el funcionario los calificó de “hipócritas”, ya que sólo la tala ilegal está acabando con casi 80 mil hectáreas de selva y bosques en la región.