Por Esto
En los primeros seis meses del 2020, Quintana Roo encabezó el ranking nacional en los delitos de violación y trata de personas, entre las víctimas había menores de edad.
“Quisiera pedir ayuda por favor, ya no quiero estar así, he pensado en escaparme, en quitarme la vida, ya no quiero tener miedo todos los días, de despertar y no saber qué va a pasar hoy, ya me cansé”, son las palabras de un niño de 11 años, quien fue obligado a cavar su propia tumba.
En ocho meses, al menos nueve casos de violencia contra menores de edad han tocado las fibras más sensibles de la sociedad en Quintana Roo, entre las pequeñas víctimas incluso hay recién nacidos, y cada caso es más aterrador que el anterior.
Víctimas de abandono, violencia familiar, de asesinos, pederastas y hasta de la delincuencia organizada, así es como han perdido la inocencia y hasta la vida algunos niños en Cancún y Cozumel, exhibiendo qué tan desprotegida está la infancia y hacia dónde va la sociedad quintanarroense, porque en muchos casos familiares, vecinos o conocidos son cómplices de lo que pasa en el interior de las viviendas y sólo alzan la voz cuando estos hechos salen a la luz.
Un bebé de un año y ocho meses de edad vivió el horror a manos de su padrastro, cuyo caso, expuesto el día de ayer, provoca sentimientos encontrados entre la sociedad. Henry, de un año y ocho meses de nacido, agonizando fue cargado en brazos por la mujer que le dio la vida y llevado hasta la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para ser atendido por supuestos problemas respiratorios, según versión de su pareja sentimental Carlos Alfonso R. B., ya que mientras ella salía a buscar el pan de cada día, dejaba al bebé al cuidado de su padrastro; lamentablemente la tarde del pasado sábado al llegar a su hogar, el menor, quien fue víctima de agresión sexual y violencia física, al parecer sólo esperaba para sentir nuevamente el calor de mamá, ya que fue encontrado sin moverse, sin emitir algún sonido o llanto por el dolor que estaba sintiendo, y el presunto responsable dijo que el pequeño sólo no podía respirar, sin embargo, mientras era revisado por un médico, las lesiones que presentaba en su cuerpo sacaron a la luz el horror de las últimas 11 horas que vivió. El responsable, de 21 años, ya fue detenido y está siendo investigado, al igual que la madre, quien al parecer tenía conocimiento de los hechos.
La noche del domingo se produjo nuevamente una intensa movilización policiaca, luego de que Ramiro S. fue denunciado por su propio hijo de violar a su nieta, en la Región 241 de la colonia Irregular El Betel. Fue a las 19:30 que el número de emergencias 911 fue alertado por el papá de la víctima, que el padre y abuelo de su hija la había presuntamente violado en la casa, que se ubica en la manzana 241, avenida Orquídeas en la colonia citada. Ante ello, llegaron policías preventivos, quienes detuvieron al sujeto y lo trasladaron a los separos policiacos donde quedó detenido por este delito.
En su último corte, hasta el pasado mes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) tenía el registro de tres mil 665 carpetas de investigación iniciadas en todo el estado, por delitos contra la familia, entre las víctimas figuran menores de edad, cifras del Observador Ciudadano Nacional (ONC) hasta julio contaba con el registro de mil 91 carpetas iniciadas sólo en Benito Juárez.
El 17 de febrero, Kimberly, de ocho años, fue víctima de feminicidio, pues perdió la vida en medio de una pelea entre sus padres por su custodia, papá y mamá no pudieron cuidarla de los malos tratos por parte de su madrastra, quien aparte de golpes y amenazas, la obligaba a ingerir ácido clorhídrico, la niña antes de morir y sintiendo los daños que el mortal liquido estaba causando dentro de su cuerpo, habló con sus maestros y compañeros en su escuela, pero su caso se volvió un secreto a voces hasta el día de su muerte, ya que nadie denunció ante las autoridades el calvario que estaba viviendo; luego de permanecer dos meses internada en el hospital fue declarada muerta, aparte de las visibles lesiones en su cuerpo, presentaba quemaduras en el tubo digestivo provocadas por el mortal líquido, la causa de su defunción fue choque séptico, la principal sospechosa era su madrastra Reyna “C”, actualmente presa por el delito de feminicidio.
Agresión contra menores
Hasta el 28 de julio, el Sistema De Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en Quintana Roo, había atendido 179 casos de agresión en contra de menores de edad.
El 24 de marzo, Arely, de un año y siete meses de edad, 10 días después de que se registrara el primer caso positivo de COVID-19 en Quintana Roo, la pequeña se encontraba en la puerta de su domicilio, bastó un breve descuido por parte de sus padres para que ella desapareciera, el último recuerdo que tienen de la bebé es que estaba parada en la entrada de la vivienda de donde fue raptada, al siguiente día fue encontrada sin vida, un hombre identificado como Luis “P” fue asegurado, él guió a las autoridades ministeriales hasta la casa donde tenía el cuerpo, mismo que presentaba signos de violencia y agresión sexual, actualmente el detenido se encuentra recluido en el Centro de Reinserción Social (Cereso), por el delito de feminicidio.
Violaciones en aumento
Cifras del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) señalan que Quintana Roo se colocó en el primer lugar por el delito de violación, su aumento fue de 294 por cada 100 mil habitantes, de enero a julio; sólo en Benito Juárez se iniciaron 178 carpetas de investigación, entre las cuales guran menores de edad víctimas principalmente de un familiar o alguien cercano a ellos.