La presencia de la Pandemia por el Coronavirus o COVID-19 en el territorio Nacional no solo modificó la forma de vida de los ciudadanos al limitar la movilidad y cambiar los hábitos de higiene, también modificó la dinámica de los delitos en México.
En el reporte de “Semáforo de Delitos de Alto Impacto”, este primer trimestre de 2020, los estados con mayor presencia de crimen organizado son: Baja California, Colima, Zacatecas, Quintana Roo y Aguascalientes, por el contrario, los mejor evaluados son: Baja California Sur, Chiapas y Sinaloa.
Mientras que los delitos de Robo de auto, negocio y casa habitación disminuyeron 15%, 16% y 8%, respectivamente, la violación y la violencia familiar se incrementaron en un 14% y 16% respectivamente por el confinamiento.
Esto se debe a que estos dos delitos se dan principalmente en el interior de la casa de la víctima, se han registrado violaciones contra menores de edad, muchas de ellas cometidas por los propios familiares, ya sea el padre, el tío y/o el padrastro, quienes suelen ser los violadores más comunes, independientemente de que estos delitos tienden a subir en primavera.
Al presentar el informe del primer trimestre del año, la organización Civil “Semáforo Delictivo”, señaló que también muestran reducciones los delitos de Secuestro con un 44% y la extorsión con un 3%. (Algunos de estos delitos ya mostraban cifras favorables desde enero y en marzo se acentúa la caída).
En contraparte, el homicidio se incrementó en el último mes, aunque el primer trimestre muestra cifras similares a las del año pasado, en marzo se da un repunte significativo con 2 Mil 616 casos de homicidio y 3 Mil víctimas, por mucho, el mes de mayor incidencia en los últimos 5 años.
“Semáforo Delictivo” destaca en su informe trimestral que el 80% de estos homicidios son ejecuciones de crimen organizado, lo que indica que continúa la lucha entre bandas y cárteles rivales.
Esto muestra que el mercado negro de drogas sigue su propia dinámica y que la reducción de ingresos por la cuarentena ha exacerbado la lucha entre grupos delictivos.
“Las ejecuciones no bajarán mientras no se regulen las drogas; algo que la presente administración prometió con mucha insistencia en campaña, pero que no ha legislado, el primer trimestre del año acumula 8 Mil 585 víctimas de homicidios en 7 Mil 279 casos”.
Según Santiago Roel, director y fundador de Semáforo Delictivo, el año ya mostraba una tendencia alcista desde enero y esto se exacerbó con el inicio de la cuarentena.
En este mismo periodo, 15 estados muestran un incremento en homicidios, las tasas más altas se ubican en Colima, Guanajuato, Chihuahua, Guanajuato y Michoacán.
“Semáforo Delictivo” señala que la crisis económica es inminente y esto podría revertir la tendencia positiva en algunos delitos.
“Es urgente que el gobierno federal cambie de actitud y, en conjunto con los gobiernos estatales y los empresarios, diseñe un plan de contingencia integral y efectivo para hacer frente a la crisis que se avecina como lo ha hecho el resto del mundo, de otra manera, los indicadores delictivos podrían dispararse, en especial los delitos patrimoniales y algunos del crimen organizado”.
Desde el 23 de Marzo pasado, en que inició la “Contingencia Sanitaria” por el COVID-19, se empezaron a observar algunos efectos, sin embargo, en el tema económico apenas empieza.
“Se combina con la crisis petrolera y sobre todo con el ambiente adverso a la inversión nacional y extranjera que el gobierno federal provocó desde el año pasado”, señaló Santiago Roel.
Otro de los temas de interés que preocupan al “Semáforo Delictivo”, es el cierre de empresas, el desempleo y la desesperación de la población más afectada ya que podrían crearse escenarios de violencia social inusitada.
“Nunca es buen momento para golpear a la empresa ni a los trabajadores y hoy es suicida; no es momento de acaparar recursos fiscales para dilapidarlos en proyectos que no tenían lógica antes de la crisis y que actualmente son totalmente absurdos”.
Santiago Roel advierte que si el Gobierno Federal no entiende esta situación no habrá entendido nada sobre los riesgos sociales que se avecinan.
“Son tiempos extraordinarios y si no hay respuesta en el Gobierno Federal, la sociedad y los gobiernos estatales tendrán que tomar otro tipo de decisiones para evitar una crisis mayor”, concluyó.