El reconocido científico Héctor Reyes explica que los corales perdieron la cuarta parte del carbonato de calcio que formaba su esqueleto, lo que los vuelve frágiles y quebradizos ante tormentas y huracanes
Excélsior/Ernesto Méndez Foto: Greenpeace
Rebeca Meléndez Rosas, una joven alegre y entusiasta a la que la emergencia climática le quita el sueño, nació en Morelos, un estado sin playas ni arena, pero con el mayor número de albercas a nivel nacional.
A muy temprana edad, Rebe, como le dicen sus amigos, descubrió el amor por el mar y los corales, gracias a que sus papás la llevaban de vacaciones al Puerto de Acapulco, el destino de playa más cercano para quienes vivimos en el centro de la República Mexicana.
Recuerdo que amaba esos días. A los 17 años algo en mi espíritu me dijo que el mar era lo mío y tomé la decisión de venirme a Baja California Sur a estudiar la carrera de Biología Marina. La verdad que esa es una de las decisiones más increíbles de mi vida, porque disfruto muchísimo lo que hago”, relató.
Hoy, después de terminar una maestría y andar de arriba para abajo, Rebeca colabora con la organización Costa Salvaje como Manager de Conservación de Corales. Desde 2016 participa en el monitoreo submarino de ocho áreas naturales protegidas del Pacifico Mexicano, donde se utiliza la misma metodología desde Oaxaca hasta Baja California.
Contamos los peces, los invertebrados marinos y la cobertura de coral que hay en el fondo de los mares”, explicó. El objetivo es conocer el estado que guardan estos ecosistemas que son vitales para enfrentar los efectos del cambio climático.
Fay Crevoshay, directora de Comunicaciones y Políticas Públicas de Costa Salvaje, detalló que el objetivo de esta titánica tarea es saber cuántos organismos existen, en qué condiciones se encuentran y hacer la comparación de cómo evolucionaron a lo largo de los años. El dato científico más importante recabado hasta ahora es que en las últimas dos décadas, los corales mexicanos perdieron 25% de su estructura debido al calentamiento global.
El doctor Héctor Reyes, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), indicó que los corales ya no tienen la cuarta parte del carbonato de calcio que formaba su esqueleto, lo que los vuelve más frágiles y quebradizos ante el embate de las tormentas y los huracanes. Es como si fuera un árbol que no tuviera tanto tronco, se desmoronan más fácil, la fuerza de un ciclón, que antes no les hacía nada, ahorita los rompe”, lamentó.
El científico, una eminencia reconocida a nivel mundial, subrayó que la pérdida de densidad en los corales se debe al cambio climático y la acidificación del mar, provocada por el aumento de su temperatura.
Fay Crevoshay recordó la importancia de los arrecifes que son una barrera natural contra tormentas y huracanes, por lo que se están colocando además boyas en el mar para el amarre de embarcaciones menores con el fin de evitar que cuando realicen actividades tiren las anclas y rompan los corales. Los arrecifes de coral detienen la energía de las olas, detienen la cantidad de agua que llega a las costas”, precisó.
Además, los corales tienen una gran importancia económica para el sector turístico y la pesca comercial, ya que 75% de la vida marina, peces y moluscos, los utilizan como refugio en algún momento de sus vidas para poder crecer, reproducirse y salir al mar abierto.
Como dice el dicho, es cuidar a la gallina de los huevos de oro, los arrecifes son los que nos permiten tener las joyas que mostramos a los turistas y es donde nace toda esta economía”, comentó Claudia Yácuta, quien trabaja como guía en Baja Adventure Co (BACo).
Ante los trastornos por el calentamiento del planeta, el escenario es alarmante, con huracanes más frecuentes y potentes, y corales cada vez más endebles y frágiles.
La opción que vislumbra el doctor Héctor Reyes es la adaptación, impulsar la restauración de los corales con reforestación y pegado de los fragmentos que resultan impactados con el uso de resinas como ocurre con gran éxito en el Caribe Mexicano.
Mientras que Rebeca Meléndez Rosas invita a realizar sencillas acciones que están al alcance de todos para proteger y conservar los arrecifes de coral. Tengamos buenas prácticas turísticas, cuando te sumerjas al mar no toques los corales, no los patees, no persigas a la fauna, y pues lo de siempre, no tires basura, principalmente plásticos, porque realmente todo lo que hacemos.