Autoridades evacúan a invasores de la colonia irregular 2 de Octubre
La Jornada Maya/Miguel Améndola
Una diligencia de desalojo ordenada por un juez de control en la colonia irregular 2 de Octubre de Tulum culminó en el bloqueo de los accesos a la cabecera municipal de Tulum de parte de los invasores, que se niegan a dejar los predios.
Los inconformes cerraron la carretera federal que es paso obligado tanto de quienes van hacia Playa del Carmen y Cancún como de quienes vienen del sur del estado.
Varios turistas se han quejado de que perderán sus vuelos debido al corte carretero; otros más no han podido llegar a sus hoteles. Algunas personas, tanto trabajadores, locales y turistas, que viajaban en las vans de transporte público optaron por bajarse y caminar. También fue cerrado el acceso a la zona costera de Tulum.
Fue alrededor de las 10:30 horas de este jueves cuando hicieron acto de presencia las autoridades en la zona irregular conocida como 2 de Octubre, ubicada sobre la prolongación de la avenida Satélite.
La orden era recuperar 140 lotes que fueron invadidos hace más de dos años. Para restituir dos predios como parte de las carpetas de investigación 195/2017 y 156/2018 llegaron elementos de la Fiscalía General del Estado apoyados por oficiales de la Policía Quintana Roo, la Marina y el Ejército Mexicano. Iniciaron el proceso de desalojo incluso usando maquinarias para destruir las casas hechas en su mayoría de materiales endebles.
Los invasores se organizaron para hablar con los agentes de la Fiscalía y policías. Estos últimos les dijeron que estaban cumpliendo una orden de un juez, a lo que respondieron que no se les notificó anticipadamente, para luego iniciar una lluvia de rocas contra los oficiales, los cuales contestaron a dicha agresión. Varias personas se reportan lesionadas.
Tras este altercado, la inconformidad de los invasores se transformó en una protesta, por lo que desde el mediodía bloquearon el crucero de la carretera federal, así como las avenidas Boca Paila, Cobá, Tulum y Kukulcán, impidiendo que se movilizaran los vehículos, afectando al transporte público, turismo y unidades de carga pesada.
Se pudo ver que durante el bloqueo hubo roces y conatos de violencia entre automovilistas –quienes pedían les dejaran pasar porque tenían labores que cumplir- y los paracaidistas, quienes llegaron al grado de golpear los coches y cargarlos para ponerlos detrás de sus bloqueos.
Para lograr la liberación de las vialidades, Carlos González Pacheco, representante de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus), firmó un acuerdo con los protestantes para que regresen a sus predios de los que horas antes fueron lanzados.