Luces del Siglo/Dalila Escobar
Una de las grandes preocupaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador y de los empresarios hoteleros de Quintana Roo, es el problema de movilidad vehicular que provocarán las obras del Tren Maya en el tramo 5 norte, único en el que las vías irán en medio de la carretera.
Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), informó que los trabajos iniciarán en tres o cuatro meses y ya empezaron los proyectos ejecutivos de obras inducidas, entre ellas quitar árboles, letreros y mover cables.
Estiman que las obras duren un año y medio para el tramo 5 Sur y máximo dos años para el 5 norte. El primer tramo a intervenir va de Cancún hacia Chetumal. “Todo lo tenemos que estar terminando el primer semestre del 23 que ya empiezan las pruebas de trenes”, afirmó.
La zona en la que prevén habrá más conflicto con el tráfico es del tramo Cancún-Tulum, donde si el traslado era de una hora y media, ahora podría ser de dos horas y media. Jiménez Pons ha sostenido reuniones con los representantes del sector, la última el martes de la semana pasada, en las que le han expresado la alarma de que después de la pandemia, ahora tendrán que enfrentar el tránsito lento en los traslados.
“Me decían que están muy contentos con el tren porque sus hoteles van a recibir insumos más baratos y entendemos perfectamente el beneficio que están trayendo, pero sí estamos muy preocupados de que estos meses que nos ha ido de la patada por la pandemia y que nos den ustedes con la puntilla”, informó.
Agregó que “están colaborando, pero obviamente están alarmados, pero está bien que sean así porque son representantes gremiales y tienen que poner el grito en el cielo, porque nosotros tenemos que ser sensibles a sus verdaderas broncas y están en la mejor disposición. Y nos dicen ‘oigan por favor hagan lo necesario para que la mitigación sea efectiva’”.
El director de Fonatur reconoció: “De que va a haber molestias, las va a haber; va a haber retrasos, los va a haber. Pero esperemos que sean los menos posibles”. Para mitigar las afectaciones, Fonatur buscó vías alternas. “Vamos a utilizar la servidumbre del paso de la línea eléctrica para improvisar una vía en paralelo.
En Cancún la carretera que va hacia el sur hay una línea de alta tensión que corre paralelo y ahí vamos a habilitar hasta donde sea posible y será parte del sistema de apoyo para el Tren Maya. Será una vía alterna para vehículos y camiones. Del camellón, de los 20 mil árboles que hay, estamos trasplantando unos 5 mil”.
Otro beneficio que se tendrá con este proyecto es que sacarán de circulación a miles de camiones, dado que el tránsito de personas locales, será por el Tren. Jiménez Pons explicó que “en la parte Sur no va a ser tan necesaria la vía alterna porque tenemos un derecho de vía suficiente. Donde sí será importante el impacto será en la parte norte porque tenemos una gran cantidad de habitaciones. Hay más de 4 mil y por esa cantidad de residentes y turistas, la preocupación entre los hoteleros y el Gobierno Federal es latente.