Hoteleros de la zona norte de Quintana Roo se manifestaron en contra de la construcción del Tren Maya y la posible instalación de un “Home Port” en la parte continental de Cozumel.
En conferencia de prensa, los dirigentes de las Asociaciones de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, Roberto Cintrón Gómez, de la Riviera Maya, de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya (AHRM), Toni Chaves, de Cozumel, Juan Pablo Müdespacher Blasco y Ramón Roselló, presidente de Inverhotel, se inconformaron por actuales proyectos de desarrollo turístico en la zona que, en su opinión, afectarán la economía y generarán desempleo en la industria.
Señalaron que el incremento de la inseguridad, warnings (advertencias de Estados Unidos), sargazo, falta de promoción y la pandemia; han provocado una caída en las reservaciones.
Además, con la entrada en vigor de un nuevo impuesto a partir de abril, se resta competitividad con otros destinos del Caribe, que ya están en proceso de vacunación de toda su planta laboral turística.
Indicaron que es momento de cerrar filas y velar por los intereses de los quintanarroenses; señalaron los representantes de las asociaciones que aseguran tener alrededor de 90 mil habitaciones afiliadas en el estado, que dan empleo directo a 80 mil colaboradores directos y cerca de 360 mil indirectos.
También sostienen que invierten en promoción y publicidad cerca de 500 millones de dólares anualmente, por lo que se llaman el “motor de la economía de Quintana Roo”.
Cabe señalar que la naviera Royal Caribbean pretende construir un Home Port en la parte continental de Cozumel a la altura de Calica -entre Playa del Carmen y Tulum-, esto le permitiría a la naviera salir desde México, aprovechando la infraestructura y conexiones del Aeropuerto Internacional de Cancún.
Los cruceros, dijo, no generan empleos, nuevos asientos de avión, ni fomentan la inversión; provocan incremento en el costo de la actual oferta de asientos de avión, y no pagan impuestos de la misma forma que lo hace cualquier establecimiento.
Además, el gasto per cápita de un crucerista es únicamente de 63 dólares, contra los 800 dólares que genera un turista convencional; afectaciones al medioambiente y competencia para Cozumel.
