El vehículo volcó y estalló cuando decenas de lugareños lo rodeaban para robar el combustible
La Jornada/AFP y AP Foto: AFP
Cabo Haitiano.- Al menos 75 personas fallecieron por la explosión de un camión cisterna esta madrugada en la norteña localidad de Cabo Haitiano; las autoridades no descartan un incremento en la cifra de decesos, pues muchas personas resultaron heridas de gravedad.
Se trata de la tragedia más reciente que afecta al país caribeño asolado por la pobreza, la violencia de las pandillas, la parálisis política y la escasez de combustible.
El premier Ariel Henry viajó a la zona y declaró que su corazón estaba “roto” después de hablar con algunos de los heridos en un hospital local. Patrick Almonor, vicealcalde de Cabo Haitiano, explicó que el camión cisterna volcó luego de que el chofer trató de esquivar a un moto-taxi.
Vecinos del lugar corrieron hacia el camión para tratar de robar el combustible, a pesar de que el chofer les pidió no acercarse.
La cisterna estalló cuando estaba rodeada de decenas de haitianos que esperaban conseguir un poco de gasolina, muy difícil de obtener debido a que su distribución está controlada por pandillas. La cantidad de heridos no se ha podido determinar, pero Almonor indicó que unas 20 viviendas se incendiaron, lo que implicaría más víctimas.
“No estamos todavía en capacidad de dar detalles sobre el número de personas afectadas”, admitió. El hospital Justinien estaba desbordado ante el flujo de heridos, muchos de ellos en estado crítico. “No tenemos los medios para atender a tantas personas gravemente quemadas. No vamos a poder salvar a todos”, lamentó el vicealcalde.
El doctor Calhil Turenne precisó que muchos de los heridos tenían quemaduras en más de 60 por ciento del cuerpo. Henry, quien llegó en un avión acompañado de trabajadores del sector salud, anunció que el gobierno desplegará hospitales de campaña para atender a los heridos que no alcanzaron cama en el hospital. El premier está al frente del país desde julio, luego de que el presidente Jovenel Moïse fue asesinado en un complot todavía sin esclarecer.
El New York Times señaló esta semana que el gobernante fue ultimado porque estaba a punto de entregar una lista de narcotraficantes vinculados con empresarios y políticos a la DEA (agencia antidrogas estadunidense).
Este accidente se suma a la crisis política causada por el magnicidio, la escasez de combustible que afecta el acceso al agua potable y los servicios médicos y el terremoto que en agosto pasado devastó Puerto Príncipe y provocó la muerte de más de 2 mil personas