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viernes 22 noviembre 2024

México: el estrecho nexo entre política y crimen organizado

Mientras en Estados Unidos se cierra el cerco contra Genaro García Luna, en México se lo sigue protegiendo en la práctica, al igual que a su círculo, dice Anabel Hernández en su columna.

dw.com       Columna: Contracorriente!         Anabel Hernández

Mientras en Estados Unidos se cierra el cerco contra Genaro García Luna, ex titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, en México, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la Fiscalía General de la República, en los hechos se sigue protegiendo a García Luna y sus cómplices. Una de las razones puede ser que miembros activos del partido Movimiento de Regeneración Nacional, como Félix Salgado Macedonio, amigo personal de AMLO, estuvieron involucrados con las mismas organizaciones criminales que García Luna, Luis Cárdenas Palomino y secuaces, en periodos similares. Actualmente, Salgado Macedonio, senador de Morena, es el gobernador de facto en Guerrero, mientras su hija, Evelyn Salgado, comenzó su mandato de papel el 15 de octubre pasado. Existen testigos que afirman haber estado presentes en al menos una reunión sostenida por Salgado Macedonio con Edgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, cuando fue presidente municipal de Acapulco, y lo acusan de haber recibido sobornos mensuales de hasta 300 mil dólares.

Cierran el cerco contra GGL en Nueva York

Como había sido anunciado desde agosto en esta columna, el 19 de octubre Iván Reyes Arzate, ex mando de la Policía Federal, se declaró culpable de haber trabajado para el crimen organizado a cambio de sobornos. En un acuerdo con la Fiscalía, a quien fuera un hombre cercano a García Luna, Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino, se le dictará sentencia solo por los crímenes que el cometió en 2016, a cambio de proporcionar información precisa del involucramiento de sus jefes con integrantes del Cartel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva durante el período que va de 2001 a 2012, tiempo en que Reyes Arzate trabajó con García Luna y su equipo, tanto en la AFI como en la SSP.

Los avances en el caso criminal que se lleva en la Corte de Distrito Este de Nueva York contra los ex policías, cada día se hacen más incómodos para el gobierno de AMLO y para la Fiscalía General de la República. Una especie de viga en el ojo. El problema radica en que personajes como Salgado Macedonio, ex coordinador de la campaña presidencial de AMLO en Guerrero en 2018, estuvo involucrado con las mismas organizaciones criminales que García Luna y su equipo, cuando fue Presidente Municipal en Guerrero de 2005 a 2008.

Nuevos testimonios contra García Luna y Cárdenas Palomino

Testigos que formaron parte de La Federación -cuando trabajaban conjuntamente el Cartel de Sinaloa, los Beltrán Leyva, el Cartel de Juárez y el Cartel del Milenio-, han abundado en la complicidad de García Luna, Cárdenas Palomino y diversos integrantes de su equipo con el crimen organizado y dieron detalles de las diversas reuniones sostenidas con los jefes policiacos cuando estuvieron en la AFI y en la SSP. Uno de los testigos aseguró que vio a Genaro García Luna, al menos dos veces, en dos reuniones con Arturo Beltrán Leyva y Edgar Valdez Villarreal, una en Cuernavaca y otra en la Ciudad de México. La primera ocasión lo fueron a recoger a un McDonalds en las inmediaciones de Cuernavaca, a plena luz del día. De acuerdo a la narración, García Luna habría viajado en su vehículo acompañado de sus escoltas, y fue guiado hasta una casa de seguridad rentada en una zona residencial de dicha ciudad. Iba vestido de camisa y pantalón, sin saco. Mientras sus guardias permanecieron en el garage de la residencia, él entró tranquilamente a la casa donde lo esperaba Beltrán Leyva, mejor conocido como “El Barbas”, y “La Barbie”. Era el tiempo en que García Luna era titular de la AFI.

La segunda vez que el declarante aseguró haber visto a García Luna fue en la Ciudad de México. El encuentro se llevó a cabo en una residencia ubicada en Jardines del Pedregal, igualmente rentada por la organización criminal. Ahí lo esperaban de nuevo “El Barbas” y “La Barbie”. En esa ocasión iba vestido de manera más formal, con saco y corbata, “parecía venir de la oficina”. En ese tiempo García Luna había puesto al servicio de la organización criminal a las fuerzas de la AFI. Y dejó a una persona, que sería el contacto directo y permanente, que atendería sus necesidades inmediatas y que les proporcionaría información clave: Luis Cárdenas Palomino, quien era uno de los más cercanos a García Luna.

Cárdenas Palomino se comunicaba directamente con la organización para dar información de operativos que iban a realizar fuerzas del orden que no estaban bajo el control de La Federación. En aquella época, “La Barbie” operaba principalmente en Acapulco, Guerrero, y el puerto era clave para La Federación en la llegada de cocaína proveniente de Colombia. Cuando iba a haber alguna acción en Acapulco, Cárdenas Palomino adelantaba que el operativo iba a ser en el “agua”, contraseña utilizada para referirse al puerto.

Una guerra en Acapulco

Era tal la servitud de la AFI con la organización de narcotráfico que, entre 2005 y 2006, cuando en el puerto de Acapulco fue el escenario de una cruenta guerra entre La Federación y Los Zetas, con la anuencia de Genaro García Luna, la AFI hacía operativos conjuntos con los sicarios de los Beltrán Leyva y “La Barbie” para cazar a Los Zetas. Los mataban o arrestaban. Uno de los testigos refirió como ejemplo un operativo llevado a cabo en la costera Miguel Alemán. Era 2006, en tiempo de vacaciones. Los sicarios de “La Barbie” iban persiguiendo una camioneta Lincoln, iban todos uniformados con gorras y pecheras de la AFI, no eran clonadas, eran auténticas. El propio delegado de la Procuraduría General de la República se las habría proporcionado. Cuando detuvieron a la Lincoln, la gente alrededor estaba con pánico. Uno de los sicarios gritó “somos agentes de la AFI”, y los turistas se quedaron más tranquilos porque vieron los uniformes.

El testigo aseguró que era tal la tolerancia a la organización criminal por parte de las autoridades locales y la AFI que incluso ponían retenes falsos con cincuenta o sesenta vehículos. Y en algunos operativos de la AFI y la Policía Judicial del estado de Guerrero se permitía participar activamente a sicarios de La Federación para garantizar la eficiencia en el combate a sus enemigos. A Félix Salgado le habrían pagado hasta 300 mil dólares. Los años en que La Federación contaba con la complicidad de la AFI y la SSP, y tenía control de Acapulco bajo el mando de Arturo Beltrán Leyva y “La Barbie”, eran los mismos años en que Salgado Macedonio fue alcalde del puerto. Un ex integrante de la organización criminal aseguró que cuando recién comenzó el gobierno de Salgado Macedonio, lo vio asistir a una reunión con “La Barbie”, llevada a cabo en una residencia en el fraccionamiento Las Brisas. “Su hija ganó ahora la gubernatura en Guerrero. Es uno moreno, cachetón, chaparro y feo”, refirió el testigo, de cerca de 1,80 metros de estatura. “Más que nada era para tenerlo controlado, se le daba un pago mensual”, añadió, señalando que el grupo criminal tuvo cooptado a Salgado Macedonio durante todo su periodo de gobierno. “Todos reciben, si no por gusto, por temor a que lo fueran a matar o acribillar”, añadió. Los pagos mensuales a Salgado Macedonio, desde entonces amigo de AMLO, eran de 200 mil a 300 mil dólares en efectivo. Y quienes llevaban el dinero a él y a otras autoridades locales, eran dos operadores de “La Barbie”: “El Chuy” y “El Salomón”. “Es que la mayoría de los que llegaban al poder (en Guerrero), de presidente municipal o gobernador, obviamente se les mandaba a leer la cartilla. O desde antes se les apoyaba en la campaña. ‘Yo te apoyo en tu campaña, te doy tantos millones y cuando estés en el poder sigues jalando con nosotros’, desde antes los comprometíamos”, abundó quien presenció los acuerdos.

Desde el 15 de octubre pasado, la hija de Salgado Macedonio, Evelyn Salgado Pineda, es oficialmente la gobernadora de Guerrero, luego de que sustituyera a su padre como candidata y ganara con una amplia mayoría de votos. Pero en los hechos hay registros de que no es ella quien lleva la batuta en Guerrero, sino su padre. El periódico Reforma ha informado puntualmente que desde antes de que su hija tomara posesión, él ya estaba actuando como mandatario: “dialoga con inconformes, destraba conflictos, lanza promesas que competen al próximo Gobierno”. Evelyn, a su vez, también tiene otros familiares acusados de vínculos con el crimen organizado. Su suegro, Joaquín Alonso Piedra, conocido como “el Abulón”, fue detenido en 2016, señalado como operador de los Beltrán Leyva en Acapulco.

La inacción de la FGR

Mientras el testimonio de exintegrantes de La Federación entrecruzan los caminos de García Luna, Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García con el de Salgado Macedonio, la Fiscalía General de la Pública (FGR), encabezada por Alejandro Gertz Manero, es más lenta que la digestión de una víbora Gabón. Hasta ahora, la FGR no ha concretado ninguna acusación penal contra los tres ex jefes policiacos por los delitos de delincuencia organizada ni sus vínculos con el narcotráfico. Delitos por los que en México no solo podrían recibir largas condenas de cárcel sino perderían su patrimonio obtenido ilícitamente.

La inacción de la FGR genera que Cárdenas Palomino, detenido en México en julio pasado, se sienta aún poderoso tras las rejas. Sus bienes no han sido decomisados, y tiene a sus amigos y cómplices en áreas clave de la misma FGR, en la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y otras dependencias del gobierno. Los cargos por tortura en contra de él, no le afectan en sus bienes patrimoniales. Y gracias a esa acusación -que le prometieron sus amigos en la FGR podrá solventar sin problema-, si el gobierno de Estados Unidos lo pide en extradición, el gobierno de México dirá que primero debe terminar su proceso en México, lo cual se puede alargar por tiempo indefinido.

La inacción de la FGR podría deberse no solo a las complicidades internas de altos mandos con García Luna y Cárdenas Palomino, sino por no desencadenar la exhibición de morenistas en la trama de corrupción. Aunque AMLO ha dicho una y mil veces que en su gobierno se combate a los corruptos del pasado y no es tapadera de nadie en el presente, esto en los hechos no es real. Hay cadáveres en el armario de la 4T. La pregunta es ¿cuántos cercanos al presidente y su partido, además de Salgado Macedonio, estuvieron involucrados con La Federación?

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