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viernes 22 noviembre 2024

Muere Susana Higuchi, la esposa de Fujimori que denunció la corrupción de su marido

La madre de Keiko Fujimori fue repudiada por su familia, aunque se acercó a sus hijas al final de su vida

EL PAÍS/Jacqueline Fowks       Foto: HO (AFP)

Lima.- La ingeniera, ex primera dama de Perú y excongresista, Susana Higuchi Miyagawa, ha fallecido este miércoles a los 73 años de cáncer, después de 29 días internada en unidades de cuidados intensivos en dos clínicas privadas de Lima. La exesposa del autócrata Alberto Fujimori fue desterrada del entorno de confianza de Palacio de Gobierno desde marzo de 1992, cuando denunció que familiares de su marido robaban ropa y dinero donados desde Japón para personas en situación de pobreza. Su hija mayor, la excandidata presidencial Keiko Fujimori, confirmó en Twitter el deceso: “Después de una larga lucha contra el cáncer, nuestra madre acaba de partir al encuentro de Dios”.

Higuchi pidió el divorcio en 1994 y trató de presentarse a la presidencia en 1995 compitiendo contra su exmarido, pero no pudo porque el Congreso -manipulado por el entonces mandatario- aprobó una ley para impedirlo. La llamaron popularmente ley Susana.

Higuchi era hija de japoneses y su familia tenía un negocio próspero de reencauche y reparación de llantas. Estudió ingeniería civil, se casó en 1974 y tuvo cuatro hijos con Fujimori. En 1992 salió ante la prensa, pocos días antes del autogolpe de Estado, a denunciar la corrupción de sus parientes políticos, lo que hizo que su esposo e hijos le dieron la espalda. El autócrata le retiró el cargo de primera dama, que asumió su hija mayor. “No se puede ceder al chantaje ni a la intimidación, vengan de donde vengan. He decidido por ello separar a mi esposa de la función de primera dama”, anunció Fujimori en un mensaje televisado.

Ella no se quedó callada. Desde la puerta de la sede del Ejecutivo respondió: “Desde que asumió el Gobierno mi esposo, desde el primer día, estuve más que nada en el corazón del pueblo peruano, por eso me acusan de deslealtad, no sé a qué le llaman traición”. En ese tiempo, con conocimiento de su marido, los tres hermanos del entonces presidente y sus parejas manejaban de manera discrecional las donaciones de dinero y ropa que llegaban de Japón mediante dos ONG llamadas Apenkai y Aken.

En el libro Historia de la corrupción en el Perú, el autor Alfonso Quiroz calcula que Fujimori y sus parientes desviaron unos 100 millones de dólares de donaciones y solo un 10% de estas llegaron a sus destinatarios originales. Refiriéndose a sus dos cuñadas, Higuchi dijo en 1992 a la prensa: “Reciben donaciones de Japón, de ropa, y se cogen lo mejor para ellas: reparten estropajos y utilizan mi nombre y eso sí me indigna”. La primera dama quiso denunciar los delitos a la fiscalía, pero su esposo le dijo que archivarían las investigaciones. Los poderes del Estado estaban en ese tiempo sometidos al Ejecutivo y al asesor presidencial Vladimiro Montesinos, jefe de facto de las fuerzas armadas. En esos días, un reportero de televisión buscó a Higuchi en el Palacio de Gobierno y esta le respondió por teléfono: “No me dejan salir de la residencia y la reja está con cadena por orden de mi esposo”.

Tras el cierre del Congreso y el control militar de los medios por el autogolpe de abril de 1992, la familia Fujimori dejó el Palacio de Gobierno y se fue a vivir a un cuartel militar. Higuchi denunció que en esa instalación también la encerraron y que personal de las fuerzas armadas la torturaba y le aplicó electroshocks. En 1994 pidió el divorcio. Desde entonces, la salud mental y física de la exprimera dama se resquebrajó.

Luego de que Fujimori huyó de Perú en noviembre de 2000 y renunció a la presidencia, ante las revelaciones de los vídeos de la corrupción de su Gobierno, Higuchi se postuló como congresista por el Frente Independiente Moralizador y ejerció como parlamentaria entre 2001 y 2006. En 2002, cuando funcionaba una procuraduría para investigar los delitos que cometieron Fujimori y Montesinos, en una carta al semanario Caretas, la ex primera dama aseguró: “Keiko me abandonó. Prefirió el dinero sucio de su padre. Para mí tiene cara de diablo”.

Su hija mayor se postuló por primera vez a las elecciones presidenciales en 2011. En la campaña electoral de 2016, Higuchi apareció acompañando a su hija, ya con un semblante deteriorado. También participó en algunas actividades proselitistas de este año, cuando la lideresa de Fuerza Popular fue candidata a la presidencia por tercera vez.

Desde que perdió las elecciones en junio, Keiko Fujimori participa en pocas actividades públicas mientras afronta un proceso judicial por blanqueo de capitales y organización criminal al haber recibido millonarios aportes de Odebrecht y de otras grandes empresas peruanas para sus campañas electorales. Sí reapareció en noviembre en las puertas de una clínica privada para informar sobre la mala salud de su madre. En los días siguientes, su hermana Sachi se encargó de vigilar la evolución médica de la ex primera dama. El 22 de noviembre, la líder opositora tuiteó que Higuchi fue trasladada a otro sanatorio especializado en oncología. Allí ha fallecido este miércoles.

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