Agencia EFE
Las nuevas tecnologías y los robots que asisten a los cirujanos en la extirpación de tumores se están convirtiendo en extraordinarios aliados en la lucha contra el cáncer de pulmón, pero todavía los doctores están convencidos de que lo mejor que se puede hacer contra esa enfermedad es detectarla pronto y dejar de fumar.
En el mes de la concientización del cáncer de pulmón, doctores y pacientes de Cleveland Clinic Florida en Weston, considerado uno de los centros hospitalarios más avanzados de EE.UU. en 2020-2021, según el ranking anual de los Mejores Hospitales del U.S. News & World Report, hablan de la importancia de los avances en los tratamientos contra este tipo de cáncer, el que más muertes causa en el mundo.
El doctor Philip Bongiorno, especializado en cirugía torácica y cardiovascular con práctica en varios hospitales de la red de Cleveland Clinic, con sede en Ohio, aseguró en entrevista que los robots y las nuevas tecnologías están ayudando enormemente en las operaciones quirúrgicas contra el cáncer.
Bongiorno señaló que gracias a estas nuevas tecnologías no son necesarias muchas operaciones abiertas y que se pueden introducir en el cuerpo del paciente cámaras con visión en tres dimensiones y “microinstrumentos más precisos” que reducen en posoperatorio y la posibilidad de infección, algo clave en los casos de cáncer de pulmón, en los que la única opción salvavidas es quirúrgica.
El cirujano puede operar desde una esquina de la mesa de operaciones junto al paciente observando desde monitores y controlando los cuatro brazos de un robot que realiza, bajo el mando del doctor, unas incisiones mucho más precisas y controladas.
Carmen Luidvinovski, una venezolana que desde hace casi dos décadas se mudó a Florida, por desgracia conoce bien la diferencia entre la extirpación de un tumor con cirugía tradicional y asistida por robots desde que en 2016 sufrió un cáncer de riñón que regresó a su pulmón derecho en 2019.
En 2020, en plena pandemia, sufrió metástasis en el pulmón izquierdo y le tuvieron que extirpar un pequeño tumor, esta vez con robot a manos del doctor Bongiorno. “No hubo dolor y estuve solo dos días hospitalizada”, recuerda Luidvinovski.
Estas operaciones con la asistencia de robots se comenzaron a realizar hace 15 años, pero solo para intervenciones muy sencillas. En los últimos diez años, esa tecnología ha avanzado mucho.
Antes de que se comenzaran a utilizar estos robots, el paciente solía tener que recuperarse en el hospital unos cinco a siete días. Ahora, en uno o dos días el paciente se va a su casa y en una o dos semanas puede volver a trabajar, mientras que antes no se reincorporaba a sus labores hasta uno o dos meses tras la intervención, añade Bongiorno, quien insiste en que mejor que intervenir para el cáncer de pulmón es prevenir.
Un tumor en un pulmón crece sin síntomas y cuando se detecta, en más del 75% de los casos está en fase avanzada. Solo cuando se detecta en fase 1 (de 4) existe la posibilidad de curación y se puede extraer limpiamente el nódulo cancerígeno.
Una persona de 50 a 77 años, fumador activo o que haya fumado por 20 años y dejado de fumar dentro de los últimos 15 años, debería pedir a su médico que le prescriba una tomografía de pecho de dosis baja para detectar cáncer en el pulmón, defiende Maldonado. Aunque existen factores genéticos y ambientales que pueden favorecer el desarrollo del cáncer de pulmón, lo verdaderamente recomendable para evitarlo es dejar de fumar, un hábito detrás de otros muchos tipos de cánceres.