Quintana Roo Hoy
Anuar Hernández Saint Martín, responsable del Programa de Conservación de Felinos y sus Presas en Pronatura península de Yucatán, anticipa que el Tren Maya generará “procesos de deterioro ambiental a gran escala”; impactos ambientales y sociales, desde cambio de uso de suelo, depredación de áreas verdes, afectación a la fauna local, aumento en la movilidad, entre otros.
Según documenta la organización ambientalista Moce Yax Cuxtal a través del ambientalista Abraham Bote, la ONG Jaguar Wildlife Center denunció que el tramo 5 Norte y Sur del Tren Maya tendrá diversos impactos ambientales negativos, por lo que reúne firmas para detenerlo.
De acuerdo con la ONG, el proyecto fragmentará el territorio, “favoreciendo la reducción de la cobertura boscosa, el aislamiento de las poblaciones de flora y fauna, la interrupción de los corredores biológicos, el cambio de microclimas y la transformación del hábitat”.
Hernández Saint indicó que “en específico Pronatura ha analizado la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del primer tramo del proyecto, de Palenque hasta Izamal, y es complicado opinar sobre escenarios que todavía no existen técnicamente. Hasta este momento no cuentan con la información de los otros tramos, por lo que poder evaluar sobre el impacto es difícil”, opinó.
DAÑOS
Sin embargo, una de las preocupaciones que se tiene en Pronatura, va más allá del problema que pudiera tener esta obra en algunas especies, sino son los fenómenos sociales y biológicos que se van a detonar a partir de los polos o centros de desarrollo, sitios donde se estima la construcción de nuevos centros poblacionales.
Esto es, según expuso el biólogo: cambios de uso de suelo, aumento de movilidad de la población y de tránsito en carreteras y aumento del uso de los recursos naturales, como el agua, zonas de cultivo que puedan “ocasionar procesos de deterioro ambiental a gran escala”, por la magnitud del proyecto.
De acuerdo con el doctor en ciencias, dependiendo del sitio donde se construyan estos centros, la problemática será particular, sólo para dimensionar el problema, explicó que Calakmul, Campeche, es una zona que ha tenido problemas de abastecimiento de agua, ya que no existen cuerpos de agua permanentes superficiales, que puedan dar el servicio de agua potable para la población.
Entonces, si se construye un polo el problema se podría agraviar, lo que se complicaría con la llegada de turistas, “es probable que no se cuente con el suficiente recurso de agua para mantener una gran cantidad de gente”.
Aunado a esto, agregó, la fauna también sufre de esta carencia del líquido, lo que puede ocasionar, eventualmente, la muerte de varios ejemplares. Todos estos posibles impactos, advirtió, no están previstos en la MIA del Tren Maya.
A su vez, indicó que los oasis de fauna podrían ayudar a que los animales matonean su movilización a pesar del paso del tren, pero esto no resuelve el problema ambiental, por las dimensiones del proyecto. Incluso, es probable que con esto sigan habiendo atropellamiento de animales pues no se garantiza que las usen, tal y como pasa con las carreteras, además todos estos desarrollos se suman a las otras amenazas que afectan al medio ambiente de la península.
POLO DE DESARROLLO
De acuerdo con el portal del Tren Maya, éste es el territorio del área de influencia directa de las estaciones, donde se propiciará el ordenamiento urbano, “bien gestionado” como subcentro o centro de vida urbana con calidad, que contribuye a reducir el rezago regional y local, con usos del suelo mixtos con espacios públicos, áreas verdes, movilidad sostenible, equipamiento, servicios e infraestructura, aprovechando la urbanización como motor impulsor de desarrollo económico, social sostenido e inclusivo de protección al medio ambiente, el acuífero, el patrimonio tangible e intangible de la cultura maya, que también permite la conectividad y articulación como un nuevo Sistema Urbano Rural de la península de Yucatán.