Washington
Discursos de odio y en contra de los judíos, proferidos por figuras públicas y difundidos en redes sociales, impulsaron una enfática condena del presidente de Estados Unidos Joe Biden al antisemitismo este viernes, manifestaron especialistas.
“Silencio es complicidad”, lanzó Joe Biden en Twitter.
“El Holocausto sucedió. Hitler era una figura demoníaca. Y en lugar de ofrecerles una tribuna, nuestros políticos deberían denunciar y rechazar el antisemitismo”, añadió.
El mandatario demócrata se pronunció un día después de que el magnate del hip hop y la moda Kanye West expresara su “amor” por los nazis en un pódcast y 10 días después de que el ex presidente Donald Trump cenara con West y el supremacista blanco Nick Fuentes, hecho que fue duramente criticado por la Casa Blanca y parte de integrantes del Partido Republicano.
Twitter suspendió el viernes la cuenta de West tras publicar una imagen donde aparecen una esvástica y una estrella de David entrelazadas.
“Yo amo a Hitler”, ha dicho West en varias ocasiones, desatando ira en usuarios de las redes sociales.
Estas controversias ponen de relieve la difícil lucha de una nueva generación contra memes y teorías conspirativas, como la de la comunidad QAnon, sobre los judíos, o el movimiento MAGA (Make America Great Again, Hagamos Grande a Estados Unidos otra vez) de Trump, aseguran los expertos.
“Cuando tienes celebridades que promueven el antisemitismo clásico, como Kanye West, quien tiene más seguidores en Twitter que la cantidad de judíos en el planeta Tierra, eso va a hacer que sea parte de la discusión pública”, expresó a Afp Oren Segal, de la ADL, una organización que denuncia el odio y el antisemitismo.
“Esa normalización no es algo que apenas comenzó cuando Kanye perdió la cabeza. Es algo que hemos visto en la opinión pública, francamente, durante mucho tiempo”, recordó.
Oren Segal, el trumpismo en un factor clave
“Si el trumpismo se entiende como la normalización de la desinformación y las teorías de la conspiración, la normalización del antisemitismo no está muy lejos”, indicó.
Esto conlleva consecuencias reales, como los ataques mortales en sinagogas en Pittsburgh, Pensilvania y Poway, California, ocurridos en 2018 y 2019.
En tanto, el hecho de que West y celebridades como la estrella de baloncesto Kyrie Irving sean afroestadunidenses generó preocupaciones sobre un brote antisemita en esta comunidad y en las minorías jóvenes.
Las redes sociales han contribuido a esto, al poder preservar y compartir fácilmente cualquier contenido, incluidos los de odio.
La desordenada toma de posesión de Twitter por parte de Elon Musk demostró lo rápido que puede volver contenido objetable de cualquier tipo si una plataforma no es extremadamente diligente.
FOROS SIN CENSURA
Segal advirtió que los problemas más grandes son el “ecosistema” de servidores de video basados en algoritmos como TikTok y, en su mayoría, mensajes y foros de discusión sin censura como Telegram y Reddit, donde se construyen comunidades virtuales globales en torno al antisemitismo.
“Es simplemente un entorno online tóxico, donde las personas más vulnerables están recibiendo su visión del mundo, donde creo que estamos empezando a ver las consecuencias”, explica Segal.
Para Cheryl Greenberg, profesora del Trinity College, otro problema es que la importancia del antisemitismo se ha disipado entre los estadounidenses más jóvenes que tienen menos conocimientos sobre el Holocausto y se centran en los problemas de otros grupos marginados u oprimidos, ya sean minorías étnicas o LGBT+.
La única respuesta, sostiene Greenberg, es trabajar más estrechamente con otros grupos, incluso con aquellos críticos de Israel, para mantener a raya el antisemitismo.
“Es interminable, porque en cuanto la gente se olvida, salimos del radar”, lamenta. La Jornada/AFP