- El peleador mexicano culminó la trilogía ante Golovkin con un triunfo
No hubo sorpresa ni tampoco fue una guerra el tercer encuentro de México vs. Kazajistán, esta noche en una abarrotada T-Mobile Arena de Las Vegas. Saúl “Canelo” Álvarez hizo una pelea más táctica aunque agresiva, en tanto que Gennady “GGG” Golovkin se excedió en precauciones y al final de los 12 rounds se decretó una merecida victoria por decisión unánime para el mexicano, que el kazajpo aceptó al escuchar el veredicto. Así, Álvarez retuvo su campeonato universal unificado de peso supermediano (WBC, WBO, IBF y WBA) y se quedó con el resplandeciente Cinto Jaguar Guerrero Zapoteca del WBC y asimismo con el cinto de The Ring.
Aunque las puntuaciones de los jueces no reflejaron el amplio dominio del jalisciense: 116-112, 115-113 y 115-113, no quedó duda sobre la superioridad de Álvarez, quien conectó los golpes más fuertes contra un oponente más preocupado en reservarse para los episodios finales, tal como sucedió, pues los momentos más intensos se vivieron del octavo asalto en adelante.
La trilogía quedó cerrada para siempre, pues Golovkin, de 40 años, se mostró resignado ante recuento terminal, que quedó con dos triunfos del ídolo de Jalisco y un empate.
Saúl, de 32 años, subió a 58-2-2, 39 nocauts. Golovkin quedó con 42-2-1, 37 noqueados, con sus dos únicas derrotas a manos de Álvarez.
El “Canelo” regresó a la senda de la victoria, luego que en mayo anterior tropezó al subir nuevamente a peso semicompleto para desafiar sin éxito al invicto ruso Dmitry Bivol, monarca de la WBA, cuando se vio sin la potencia y energía que eran usuales en él.
Esta noche “Canelo” pareció un poco cansado en el último tercio de la contienda, un poco debido a que fue el hombre que hizo el gasto al acosar al “Triple G” de manera consistente, pero sin caer en exceso de confianza porque en los 24 rounds de sus dos batallas anteriores comprobó el poder de puños del europeo del este, quien venía de noquear al japonés Ryota Murata en abril anterior en el Imperio del Sol Naciente para brillar como soberano de la IBF y la WBA en peso medio. Golovkin es uno de los mejores boxeadores de los tiempos recientes y de ninguna manera podía Saúl lanzarse a un ataque abierto pues el de Kazajistán, dentro de su estrategia más defensiva que con base en su tradicional agresividad, esperaba un hueco en la guardia de un “Canelo” que caminaba hacia adelante y al que pretendía recibir al contragolpe con alguno de sus impactos de más fuerza.
El alumno de Chepo y Eddy Reynoso comprobó durante esta reyerta que irse a las cuerdas nunca ha sido la mejor idea, pues las veces que lo hizo se complicó las cosas al dar libertades a su rival, aunque pronto corregía y retomaba su postura de ofensor.
Un gancho al hígado en el octavo giro pareció lastimar a Golovkin, cuya soberbia condición física le permitió reponerse de inmediato. Ese octavo capítulo fue el de la reacción de Golovkin y a partir de ahí se produjeron los mejores momentos en que los opers del retador y los puñetazos al cuerpo por parte del “Canelo” destacaron.
Un choque accidental de cabezas poco antes del campanazo de cierre de la décima vuelta abrió un corte en la ceja derecha del “Canelo”. Gennady se atrevió a ir hacia delante al ver el daño provocado, pero luego de que los rounds 9, 10 y 11 fueron los de más emotividad, si ningún golpe explosivo, no obstante, hicieron consumirse el duodécimo y postrero giro entre forcejeos y puede ser que se hayan dado más golpes estando en esa posición que los que existieron en esos tres minutos con que todo concluyó. Diario eSTO Foto: AFP