- Desestiman ambientalistas la MIA presentada por Fonatur, solicitan cambiar trazo de Tramo 5 por uno que cuente con estudios de geofísica
El Centro para la Diversidad Biológica (CDB) y Greenpeace México entregaron ayer a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) un documento de 114 páginas en el que señalan omisiones e inconsistencias en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para el Tramo 5 Sur del Tren Maya.
Demandan negar la autorización solicitada para las obras, instruir a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a establecer la sanción de clausura total del proyecto y ordenar a Fonatur evaluar el cambio de trazo sin causar impactos negativos al medio ambiente.
Remarcan que Fonatur presentó la MIA de forma extemporánea, lo que por sí mismo constituye un motivo para la cancelación de las obras. Además, reprochan, se incumplió la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) al haberse iniciado labores de desmonte sin autorización, y la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS) que obliga a la presentación de un estudio técnico justificativo para el cambio de uso de suelo.
Advierten sobre imprecisiones en la información que se presenta para determinar los impactos ambientales que conllevará la construcción del Tramo 5 Sur del Tren Maya, como la superficie de vegetación forestal por afectar o el total de especies registradas tanto de flora como de fauna.
“Hay una inconsistencia en el número de especies que se encuentran en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2010. Tampoco se realizó un muestreo de todas las especies en el área del proyecto, lo que representa una omisión grave porque no permite conocer todas las especies vegetales y animales que se verán directamente afectadas por la remoción de la vegetación”, señaló Alejandro Olivera, representante en México del CDB.
En el estudio de mecánica de suelos, señalan las organizaciones ambientalistas, se analiza el riesgo por karsticidad para el trazo anterior, por lo que la información presentada no tiene ninguna validez.
“Los sistemas kársticos son de particular importancia porque son los responsables de una buena parte de la recarga de las aguas subterráneas en la región maya, otorgan servicios ambientales importantes como reservorios de carbono, biodiversidad superficial, producción agrícola y agua de consumo”, indicó Viridiana Lázaro, especialista de Greenpeace México.
El documento detalla que en la MIA se detectan y cartografían ríos subterráneos como Sac Actun en el municipio de Tulum, pero considera incompletos los estudios del subsuelo y del sistema kárstico, al no identificar importantes ríos subterráneos sobre los que pasa el trazo del tren en el municipio de Solidaridad, como el Sistema Garra de Jaguar.
“En el Resolutivo de Impacto Ambiental (RIA) se debe solicitar cambiar el trazo por uno que cuente con estudios de geofísica de todo el recorrido, y especialmente de los grandes sistemas de cuevas subterráneas”, remarca. Luces del Siglo
Víctor Osorio/Agencia Reforma