El documento está signado por más de 24 colectivos que buscan la preservación de ecosistemas
La Jornada Maya Foto: Juan Manuel Valdivia
El documento está signado por más de 24 colectivos que buscan la preservación de ecosistemas. Colectivos, organizaciones civiles y ciudadanos presentaron un posicionamiento público en el cual exigen a la federación pare inmediatamente la tala masiva de selva en el tramo 5 del Tren Maya, pues “utiliza maquinaria pesada para arrasar con la vasta riqueza natural de Quintana Roo y la península de Yucatán”.
El documento está signado por más de 24 colectivos, entre ellos Cenotes Urbanos, Grupo Gema del Mayab, Voces Unidas de Puerto Morelos, Moce Yax Cuxtal, Jaguar Wildlife Center, Siempre Unidas, Red de Formadores Socioambientales, Asociación de Prestadores de Servicios Acuáticos de la Riviera Maya, Pasión por Playa, Cooperativa Turística de Playa del Carmen, Sindicato de Buzos del Caribe, Centinelas del Agua, Mujeres y Biodiversidad, Riviera Maya Sostenible y Flora, Fauna y Cultura de México.
Advierten que en estos ecosistemas se han registrado más de 188 especies de flora nativas y grandes poblaciones de fauna silvestre, muchas de ellas enlistadas en alguna categoría de protección, conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM059-SEMARNAT-2010, que se verían afectadas ante los avances de la obra federal.
“Según un estudio de caracterización de planta nativa, realizado en la selva del Jardín Botánico Alfredo Barrera, en un muestreo de 500 metros cuadrados se llegó a registrar hasta 440 individuos, entre árboles, palmas y arbustos, por lo tanto, la nueva ruta trazada del Tren Maya provocaría la pérdida de más de 8 millones 736 mil árboles, palmas y arbustos en 120 kilómetros de selva”, señala el escrito.
Aunado a ello, indica, se suman los impactos al patrimonio histórico, al sistema de cuevas y más importante aún al Gran Acuífero Maya, todo ello parte del patrimonio natural de los quintanarroenses.
Asimismo, advierten que el levantamiento del tramo sin contar con un estudio técnico, pone en riesgo la riqueza arqueológica, paleontológica y biológica que resguarda el territorio. La devastación que se efectúa tierra adentro también afectará el Arrecife Mesoamericano y la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano (ambas protegidas por acuerdos internacionales para su preservación) por la conexión entre ambos sistemas acuáticos, ya que todos los ríos subterráneos acaban fluyendo al mar, acarreando todo el material disuelto y en suspensión, que colecten en su camino a la costa.
“Pedimos al gobierno mexicano que detenga inmediatamente las obras y se comprometa a resarcir el daño ocasionado a la vida silvestre, cultural e histórica que ha ocasionado el megaproyecto Tren Maya y respete lo que establecen la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), Ley General de Vida Silvestre, Ley de Hidrocarburos, Ley de Aguas Nacionales, Reglamentos de Cuevas, Cenotes y Cavernas de Solidaridad y Tulum, y demás normatividad aplicable al proyecto”, se lee en el posicionamiento.
Relata que en la selva de Quintana Roo existen 114 especies de mamíferos terrestres, entre ellas el jaguar (Panthera onca), de las cuales más del 46 por ciento dependen directamente de las cuevas y cenotes para su refugio y abastecimiento. De estas 114 especies, cerca de 54 son murciélagos.
La selva en Quintana Roo cuenta con mil 492 especies de plantas vasculares, 810 especies de hongos, 483 especies de aves, 106 especies de reptiles, 22 especies de anfibios, 89 especies de peces dulceacuícolas y una gran cantidad de fauna endémica de ambientes subterráneos, con algunas especies en peligro de extinción, protegidas por las normas nacionales e internacionales como la anguila ciega (Ophisternon infernale).
Las agrupaciones y organizaciones no gubernamentales solicitantes asimismo exigen al gobierno de Quintana Roo respetar y recordar la firma del Acuerdo General de Coordinación para la Sustentabilidad de la península de Yucatán (ASPY), que se llevó a cabo en la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Cambio Climático efectuado en Cancún Quintana Roo 2016, a principio del gobierno de Carlos Joaquín González.
En éste, subrayan, participaron más de 190 países, y México se comprometió a respetar el programa de reducción de emisiones de gases efecto invernadero, vinculado a la limitación del incremento promedio de la temperatura de la superficie de la Tierra por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales, obligando a nuestro gobierno a proteger y conservar los ecosistemas que mitigan los efectos del cambio climático, como lo son las selvas y bosques de nuestro país.
“Las acciones devastadoras representan un riesgo para el equilibrio ecológico de la región y, por tanto, una grave violación al derecho humano de toda persona a un medioambiente sano, así como al derecho al agua de las personas habitantes de la zona, incumplimiento así el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la LGEEPA, los objetivos 13 y 15 para el Desarrollo Sostenible adoptados por la Asamblea General Agenda 2030 y demás tratados internacionales en la materia”, concluye el documento.