El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mostró su plan para mantener a su país como primera potencia mundial indiscutible, que consiste en imponerse a China y contrarrestar a Rusia.
“Nuestra prioridad es preservar nuestra ventaja competitiva sobre China mientras contenemos a una Rusia aún profundamente peligrosa”, señala el documento firmado por el presidente estadounidense.
La Rusia de Vladimir Putin “representa una amenaza inmediata (…) violando imprudentemente las leyes básicas del orden internacional actual”. China, “por el contrario, es el único competidor con la intención de cambiar el orden internacional y, cada vez más, el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para avanzar en ese objetivo”, sostiene el texto.
Pero China es también el mayor socio comercial de Estados Unidos, subrayó Sullivan. Estados Unidos, como primera potencia mundial, pretende “modernizar el actual sistema de comercio internacional”, a impulsos de un Biden que hace gala de un desinhibido patriotismo económico.
“La era posterior a la Guerra Fría ha terminado y la competencia ha comenzado entre las principales potencias para determinar lo que la sucederá”, afirmó el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, en un discurso en la Universidad Georgetown al presentar la “Estrategia de seguridad nacional” de Estados Unidos.
Habló de una “década decisiva”, al dar a conocer estas pautas que toda nueva administración estadounidense debe hacer públicas. La de Biden debía revelarse originalmente en febrero, pero, debido a la guerra en Ucrania, la Casa Blanca tardó hasta el miércoles en difundir el documento de 48 páginas, que abarca una multitud de temas y todos los rincones del planeta.
Sin embargo, en diálogo con periodistas, aseguró: “No intentaremos dividir el mundo en bloques rígidos. No buscamos que la competencia se convierta en confrontación o en una nueva Guerra Fría”.