En Tulum, más de 18 por ciento de los habitantes de Tulum viven en pobreza extrema, además de que el crecimiento inmobiliario descontrolado provoca carencia en servicios Públicos.
En el último año, la población total de Tulum pasó de 37 mil 689 a 46 mil 721 habitantes, un crecimiento de 9 mil personas, de acuerdo con los dos últimos informes anuales Sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social de la Secretaría del Bienestar.
Sin embargo, a medida que aumenta la densidad demográfica en el municipio, también avanzan las carencias económicas y sociales.
Según estos datos, en 2022 se contabilizaron 28 mil 543 habitantes en Tulum en situación de pobreza (61.09 por ciento del total), de los cuales el 18.8 por ciento está en pobreza extrema y 43.8 por ciento en pobreza moderada, esto representa el 130.81 por ciento más en comparación con el año anterior, cuando el indicador contabilizó 12 mil 366 ciudadanos en esa realidad (5.3 por ciento extrema y 26.9 por ciento en moderada).
Este repunte puede deberse a factores contextuales, como la desaceleración económica provocada por las restricciones de movilidad en medio de la pandemia, así como la atracción de personas que buscaron trabajo cuando las medidas sanitarias se fueron flexibilizando en el destino turístico de Quintana Roo.
Es en ese sentido que la población vulnerable por ingresos se ha mantenido baja, aunque en ascenso; en 2021 eran apenas 368 personas (1.0 por ciento) y en 2022 subió a 900 (1.9 por ciento). En cuanto a rezago educativo, prácticamente este indicador se ha mantenido sin muchos cambios respecto al porcentaje poblacional; en 2021 era 7 mil 40 personas con estudios atrasados (18.3 por ciento) y en 2022 se colocó en 8 mil 626 residentes (18.7 por ciento).
Sin embargo, en Tulum se ha duplicado la cantidad de habitantes que no tienen acceso a servicios de salud: en el periodo anterior eran 6 mil 570 (17.1 por ciento) y en este año se dobló la cifra a 13 mil 195 individuos sin atención médica (28.6 por ciento).
El índice que presentó un decrecimiento respecto al año anterior fue el de seguridad social; en el periodo previo, el 80.3 por ciento de los ciudadanos (30 mil 830 individuos) no contaba con este beneficio, pero este año se redujo a 72.8 por ciento (33 mil 632 personas).
Esto puede deberse a que en 2021 fue promulgada la reforma a la Ley Federal del Trabajo, la cual prohíbe la subcontratación u outsourcing, por lo que muchos empleadores se vieron obligados a ofrecer seguridad social a sus trabajadores.
Por otro lado, el porcentaje de la población que carece de vivienda de calidad se ha ido reduciendo, pero a paso lento; el año pasado la cifra era de 15 mil 99 personas, lo que representaba e 39.3 por ciento de la ciudadanía, y este año alcanzó 15 mil 401 habitantes, es decir el 33.3 por ciento del total ciudadanos que vive en Tulum.
No obstante, el acceso a servicios básicos en la vivienda sigue en alza; en 2021, 10 mil 981 personas (28.6 por ciento) no contaba con agua potable, drenaje o luz; mientras que en 2022 la cantidad de habitantes con esta carencia ha ascendido a 17 mil 578 individuos (38.1 por ciento). Eso no es todo, las personas que viven sin acceso a agua potable han aumentado de manera exponencial; en 2021 la cifra era de 300 personas quienes vivían en 87 viviendas sin este servicio (0.9 por ciento); pero en 2022 la cifra se disparó a 16 mil 900 habitantes (36.2 por ciento) que residen en 4 mil 601 hogares sin agua (34.0 por ciento).
Lo mismo ocurre con el acceso a drenaje; el año pasado eran mil 500 personas (4.6 por ciento) quienes habitaban 331 casas sin este servicio (3.5 por ciento); ahora, en 2022, se contabilizan 6 mil 800 residentes de la ciudad (14.5 por ciento) que viven en mil 720 inmuebles sin drenaje regulado (12.7 por ciento).
Es probable que varias de estas viviendas estén descargando sus aguas residuales en algún cenote de Tulum. En cuanto al servicio de suministro eléctrico, la cantidad de personas con esta carencia se ha duplicado en un año; en 2021 se contabilizaban 800 habitantes (2.4 por ciento) que vivían en 221 casas sin luz; mientras que en 2022 este indicador aumentó a mil individuos que habitan 302 viviendas no electrificadas (2.2 por ciento).
Finalmente, las personas que utilizan carbón o leña para cocinar y que no cuentan con chimenea se han duplicado en el último año; en 2021 eran 6 mil 400 personas (19.6 por ciento) que vivían en mil 446 casas sin chimenea (15.4 por ciento) pero en 2022 se dobló la cantidad hasta llegar a 13 mil 200 habitantes (28.2 por ciento) que residen en 3 mil 208 viviendas (23.7 por ciento) que no cuentan con ventilación adecuada para preparar sus alimentos.
Hay que contextualizar que, en los últimos años, Tulum ha visto un crecimiento inmobiliario descontrolado y la falta de servicios básicos en viviendas es una muestra clara de cómo la oferta de bienes raíces está rebasando la infraestructura de servicios.
Si las autoridades no regulan este mercado, será cuestión de años para que este destino turístico se vea saturado. Por Esto!/Miguel Ángel Martínez Díaz