La Red Feminista Quintanarroense exige protección para la abogada y defensora de derechos humanos, Ariadne Song Anguas y su familia, por las amenazas y actos intimidatorios que han recibido en los últimos días; y criticaron la negligencia con que se han conducido las autoridades estatales en este caso.
En México y especialmente en Quintana Roo, los Derechos Humanos siguen siendo una serie de buenos deseos establecidos en las leyes y ordenamientos jurídicos, pero sin que puedan aplicarse de manera plena en la vida diaria de amplios sectores de la población. Hoy en día, ser defensora de derechos humanos es un acto no solo de valentía sino muchas veces una suerte de ruleta rusa.
Por eso todas las mujeres que integran las colectivas de la Red Feminista Quintanarroense manifestaron su más enérgica condena a las amenazas y actos intimidatorios que han recibido la abogada Song Anguas.
Apuntaron que en reiteradas ocasiones han manifestado su preocupación por la situación de acoso mediático y violencia anónima que enfrenta su compañera.
También dijeron que han denunciado muchas veces la omisión y negligencia con que se han conducido hasta ahora las autoridades estatales ante el aumento de agresiones contra ella y su familia.
Los ataques, agravios, descalificaciones y crímenes en su contra deben ser un asunto prioritario para todas las autoridades. Sin embargo, hasta ahora nada ha sucedido, ¿oídos sordos o acaso complicidad?
Los miembros de la Red Feminista Hicieron un urgente exhorto a las siguientes autoridades:
A la XVI Legislatura del Congreso de Quintana Roo a subsanar la falta de mecanismos y acciones en la entidad para prevenir, proteger e investigar las agresiones en su contra, así como iniciar el análisis, discusión y dictaminación de las diversas iniciativas de ley presentadas para aprobar la Ley Estatal de Protección a las personas defensoras de Derechos Humanos y periodistas en Quintana Roo.
A la Fiscalía General de Quintana Roo, a coordinarse con la Fiscalía General de la República para la investigación de delitos cometidos en agravio de defensoras en situación de riesgo, y en particular, el caso de la compañera Ariadne Song; asimismo, insistimos en la necesaria creación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
A la sociedad civil, a medios de comunicación, a instituciones nacionales de derechos humanos y a toda persona que busque vivir en sociedades democráticas, a alzar la voz y trabajar conjuntamente para que las defensoras de derechos humanos podamos realizar nuestras actividades de manera libre y segura.