- Para frenar la inflación la Fed decidió ayer el mayor incremento en 28 años de su tasa de interés de referencia
La Jornada/Clara Zepeda Foto: Getty Images
La Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, determinó ayer el mayor incremento en 28 años de su tasa de interés de referencia. Con la medida busca contener la inflación en el país, que actualmente es la mayor en cuatro décadas. Pero, de acuerdo con analistas económicos, el alza –que encarece el costo del financiamiento para empresas y familias– llevará a descarrilar el crecimiento de la principal economía del mundo o, incluso, la encamina a una recesión el próximo año.
Aunque no es la intención del banco central estadunidense este escenario económico, “no será posible salir de una elevada inflación, sin que la Fed rompa algunos platos”, coincidieron analistas.
La Fed, presidida por Jerome Powell, respondió ayer con “contundencia”, al elevar su tasa de referencia, la que determina el costo del crédito al que se financian empresas y personas, en 0.75 puntos porcentuales, incremento que no se veía desde el 15 de noviembre de 1994, a un nivel rango objetivo para las tasas de fondos federales de 1.5 a 1.75 por ciento.
La tasa de referencia de la Fed, que acumuló tres aumentos consecutivos, no es importante sólo para Estados Unidos, sino para el mundo, debido a que la mayoría de los países, incluyendo a México, se han endeudado en dólares y, al subir las tasas de interés, inmediatamente sube el costo del financiamiento de las economías.
La autoridad monetaria estadunidense revisó a la baja el PIB de 2.8 a 1.7 por ciento para 2022; prevé una inflación de 5.2 por ciento en lugar del 4.3 por ciento previo; mientras para la tasa de fondos federales sube la estimación de 1.9 a 3.4 por ciento a finales de este año.
Reducir la demanda
Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics, asegura que la manera más rápida y sencilla para abatir la inflación galopante es acelerar el apretamiento monetario para inducir que la demanda regrese al nivel necesario para eliminar el exceso. Ello implica que la Fed debe ser contundente hasta que la inflación ceda.
“Esto implica elevar la restricción monetaria y mantenerla por un tiempo prolongado, lo cual puede, a su vez, inducir una desaceleración-recesión en la economía. Desafortunadamente la Fed cometió un error de política monetaria al subestimar la virulencia y la raíz inflacionaria, por lo que ahora tiene que enfrentar el costo de dicho error y ello puede implicar una recesión inducida.”
La Fed está consciente del tamaño de los estímulos que se dieron para paliar la pandemia y que en cierta medida son causantes de la inflación, precisó Coutiño.
Para Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis de Monex, el sorpresivo aumento de 0.75 por ciento de la tasa de referencia manda un mensaje de que la inflación podría seguir saliéndose de control y para tratar de frenar aplicarán medidas más agresivas.
“Con estos movimientos más agresivos me parece que quieren corregir las acciones que debieron tomar antes y esto sin duda será un choque más fuerte para la economía, ya que tratarán de reducir la demanda de los estadunidenses en autos, hipotecas, etcétera (dos terceras partes está determinada por el mercado interno) de una manera más rápida para que tenga un impacto en la reducción de precios.”
Añade que la probabilidad de una recesión inducida por la Fed ya es alta, lo que terminará impactando en la economía de México por ser su principal socio comercial.
Joel Virgen, director de Out of the Box Economics, por su parte, considera que la Fed sufre el mismo dilema que buena parte del mundo: alcanzar territorio restrictivo, al tiempo que la inflación y sus expectativas continúan deteriorándose, mientras los riesgos recesivos crecen.
“No obstante, la Fed comenzó su esfuerzo desde territorio excepcionalmente acomodaticio y con un ciclo económico pujante; lo anterior creo que daría la oportunidad de que una recesión, de materializarse, pudiera ser moderada.”
Reaccionan mercados
Aunque Jerome Powell no espera que las alzas de 0.75 por ciento sean comunes, dejó abierta la puerta de incrementos de entre 0.50 y 0.75 puntos porcentuales para la siguiente reunión de julio.
En el cierre del mercado interbancario, el peso mexicano se apreció frente al dólar, luego de cuatro sesiones a la baja, 0.96 por ciento, equivalente a 19.88 centavos, para cerrar en 20.4383 unidades por dólar spot.
El Nasdaq avanzó 2.5 por ciento, a 11 mil 99.15 puntos; el S&P 500 subió 1.46 por ciento, a 3 mil 789.99 unidades, y el Dow Jones ganó uno por ciento, a 30 mil 668.53 puntos.
Los precios del crudo WTI descendieron 2.55 por ciento, a 115.90 dólares por barril; mientras el Brent descendió 1.93 por ciento, a 118.83 dólares. La mezcla mexicana cayó a 110.92 dólares. El mercado denota preocupación por la demanda ante la decisión de la política monetaria de la Reserva Federal.