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La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) puso en pausa la construcción del nuevo aeropuerto internacional de Tulum, Quintana Roo.
La obra, que se ubicará a 21 kilómetros de Tulum, muy cercana al Tramo 6 del Tren Maya y a menos de 200 kilómetros de las principales ciudades de Quintana Roo, fue clasificada por esa dependencia y por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el paquete de Programas y Proyectos de Inversión Registrados “sin asignación de recursos en 2023”.
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2023 la decisión implica dejar de invertir en la terminal aérea para su construcción 3 mil 177.7 millones de pesos el próximo año.
En la obra considerada prioritaria “para mejorar las operaciones de vigilancia que realiza la Sedena en el área de influencia, tomando en cuenta que no existe infraestructura aeroportuaria en la Riviera Maya capaz de soportar y asistir problemas de inseguridad y eventos hidrológicos graves”, el gobierno ya invirtió 13 mil 154.1 mdp de 16 mil 331.8 mdp en que se había calculado su costo.
Esta Base Aérea Militar, considerada obra complementaria del Tren Maya, desarrollará funciones de vigilancia del espacio aéreo en la frontera sureste y tendría una participación relevante como punto logístico estratégico para prestar apoyo en caso de desastres naturales, operando en forma conjunta con la Secretaría de Marina, integrándose en una instalación militar-naval con infraestructura propia por cada dependencia, según señala el análisis costo-beneficio del proyecto en poder de EL UNIVERSAL, clasificado como “confidencial”.
En esa instalación operarían aeronaves de vigilancia, aviones y helicópteros de intercepción, complementados por un sistema de radar.
Incluso, en el diagnóstico del proyecto construcción de una Base Aérea Militar y un Aeropuerto Internacional en Tulum, Quintana Roo, la Sedena considera “importante mantener la seguridad en la zona ante la presencia de la delincuencia organizada y eventos meteorológicos”.
La construcción del aeropuerto de Tulum consiste en una pista de 3 mil 500 metros de longitud, calles de rodaje de pavimento asfáltico de 10 centímetros de espesor, plataformas para aviación comercial, general y de carga de pavimento asfáltico también de 10 centímetros de espesor, estacionamiento para helicópteros, zona de hangares, señalización y equipo de ayuda a la navegación, en lo que corresponde al lado aire.
Para el lado de tierra, el proyecto considera un edificio terminal a base de concreto hidráulico y una estructura metálica con vestíbulo, sala de documentación, punto de inspección, sala de última espera, salas de reclamo de equipaje, migración, aduana, áreas comerciales y áreas de estacionamiento, y tendría que esperar un año para recibir más presupuesto.
Tentativamente, esta base tendría capacidad para atender turistas de puntos internacionales o locales como Puerto Aventuras, Akumal, Xel-Há, Cobá, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Mahahual y Chetumal.
La pausa en este proyecto tendría que ver con que no se dispone de los estudios de preinversión que demanda la Ley de Obras Públicas y Servicios relacionados con las mismas.
Dichos estudios, que definen la factibilidad del proyecto, con costo de 246.4 millones de pesos y que debieron haberse entregado el pasado 31 de julio de este año, no se han iniciado.
Información de la Dirección General de Ingenieros de la Sedena muestra que el avance de estudios es nulo y no tiene presupuesto para su contratación.
En un oficio a la Subsecretaría de Egresos de la Unidad de Inversión de la SHCP, se argumenta que en la expropiación se ha generado un retraso en la ejecución de los estudios.
Con información de El Universal.