- Con el cierre de la frontera de Estados Unidos, Tapachula seguirá siendo el patio trasero de México para contener varados a los migrantes, sostienen líderes sociales
Tapachula, Chiapas
“Con el cierre de la frontera de Estados Unidos, Tapachula seguirá siendo el traspatio de México para contener varados a los migrantes, y esas aglomeraciones son una gran irresponsabilidad del Instituto Nacional de Migración (INM)”, señaló, Ángel López Gómez, representante social en colonias populares.
En entrevista para el rotativo EL ORBE, dijo que los éxodos han llegado a esta parte de la República Mexicana porque es el paso obligado para llegar a los Estados Unidos, y que el papel de México debe ser verificar quiénes son, sus antecedentes, checar su destino e intenciones, y dejar que continúen su camino, no obligarlos a quedarse en Tapachula, como si fuera otro país.
De acuerdo a su apreciación, la Ley Migratoria en México es un solo papel que nadie respeta y que solo es utilizada para actos de corrupción, “porque un día dejan pasar a todos y hasta una Forma Migratoria Múltiple (FMM) y autobuses les dan, y después les niegan todo y hasta los obligan a quedarse en la ciudad, dependiendo del humor con que se levantan”.
En ese juego actual de las leyes mexicanas, insistió, “han convertido a Tapachula y al resto del Soconusco en un muro al aire libre y se han llevado la frontera y el desarrollo a Oaxaca y a Tabasco, como si nosotros no existiéramos”.
Reconoció que los migrantes se ven obligados a dejar sus naciones de origen por los gobiernos caciques y dictatoriales disfrazados de socialismo, como lo ocurrido con Venezuela y Nicaragua, pero también por los altos niveles de inseguridad, desempleo, falta de comida y medicamentos, y que ven en México una de las pocas oportunidades para sobrevivir.
Aunque indicó que esas movilizaciones han servido también para que viajen infiltrados delincuentes que están buscando la manera de ampliar sus centros de operaciones en territorio nacional y que ya han sentado bases en Chiapas.
“Por eso tenemos ya arraigadas las extorsiones conocidas como cobros de piso que mantienen agobiada a la sociedad en general, las ejecuciones al orden del día, los constantes asaltos y robos, y que algunos extranjeros se hayan apoderado del comercio informal, la prostitución, préstamos y cambio de dinero de forma ilegal, entre otros”, apuntó.
En el tema de la inseguridad, opinó que la desesperación de los pobladores en los municipios de la frontera sur, los lleva a querer conformar grupos de autodefensa por la incompetencia de sus autoridades o la complicidad de los cuerpos policiacos, como lo ocurrido en el municipio de Cacahoatán, son solo actos de buena voluntad, “porque el pueblo no puede combatir con palos al crimen organizado”.
De acuerdo a su punto de vista, los agentes de cualquier dependencia que mandan la frontera entre Chiapas y Guatemala a verificar que no pasen mercancías de manera ilegal, carnes, frutas, verduras, mariscos, seres humanos o mercancías, “es como si se sacaran la lotería, porque de la noche a la mañana se vuelven ricos y no tienen con qué justificar sus cargos”.
Dijo que en la mayoría de las ocasiones, las autoridades locales se ven maniatadas para ejercer lo que establece la ley, por la intermediación del gobierno federal, los tratados que ha pactado con organismo internacionales, y por la injerencia de las propias comisiones de los Derechos Humanos.
Si quisieran frenar todo eso y comprobar los altos niveles de corrupción, puntualizó, “solo es recorrer las calles de Tapachula para ver que todos los días entran de manera ilegal toneladas de mercancías que se expenden sin que nadie diga nada, ni se decomise ni siquiera un solo cuete”.
EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello