- La proliferación de videos pornográficos “deepfake” está desbordando los motores de búsqueda principales, poniendo a Google y Microsoft bajo intensa presión.
Los motores de búsqueda de Google y Microsoft enfrentan un desafío significativo debido al problema de los videos pornográficos deepfake. Desde la aparición de esta tecnología hace aproximadamente cinco años, se ha utilizado de manera reiterada para acosar y abusar de mujeres, superponiendo digitalmente sus rostros en contenidos pornográficos sin su consentimiento. Ahora, con el avance de las tecnologías de inteligencia artificial, la cantidad de este tipo de videos ha aumentado exponencialmente.
Según un análisis independiente compartido con WIRED, en los últimos siete años, se han subido al menos 244,625 videos de este tipo en los principales 35 sitios web dedicados a la pornografía deepfake. En los primeros nueve meses del presente año, la cifra alcanzó los 113,000 videos, un aumento del 54% en comparación con los 73,000 videos del año anterior.
La escalada de estos videos es solo una muestra del vasto problema que representan los deepfakes. Además de los videos, existen aplicaciones que manipulan imágenes estáticas y otras que permiten “desvestir” digitalmente a una persona en una fotografía con solo unos clics.
Sophie Maddocks, investigadora en la Universidad de Pensilvania, señala que la problemática afecta a personas comunes, desde estudiantes hasta adultos. Considera imperativo dificultar el acceso a estas tecnologías para evitar posibles delitos sexuales.
Estos preocupantes datos se obtuvieron analizando 35 sitios web diferentes que alojan videos pornográficos deepfake. Algunos de estos sitios incluso han llegado a recibir millones de visualizaciones en sus videos. Además, se identificaron más de 300 sitios web pornográficos que incorporan esta modalidad de contenido de alguna manera.
Una parte significativa del tráfico a estos sitios proviene de motores de búsqueda. Las pruebas realizadas utilizando VPN en diferentes países revelaron que el acceso a estos videos a través de búsquedas es sencillo y no requiere conocimiento especializado.
A pesar de las herramientas cada vez más sofisticadas para crear deepfakes, apenas están surgiendo las primeras leyes que penalizan la difusión de imágenes falsificadas. La proliferación de estas aplicaciones y el aumento en la comunicación digital, combinados con leyes que no evolucionan al mismo ritmo, han generado una tormenta perfecta, según Asher Flynn, profesora asociada en la Universidad Monash, Australia.
Las empresas que albergan estos sitios y los motores de búsqueda, incluidos Google y Bing de Microsoft, deben tomar medidas al respecto. Actualmente, las quejas bajo la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA) son el principal mecanismo legal para eliminar videos de sitios web. El Independiente/Redacción AI-goritmo Imagen: Hotlum Powell Integrated Services llc