La CBP, es la primera línea de defensa de EU, y tiene como responsabilidad proteger contra narcotráfico, terrorismo, y tráfico de personas. Poniéndolo en perspectiva, la corrupción en la CBP está en un nivel mucho más bajo que en México, afirma Ioan Grilllo…
Los policías corruptos y podridos no solo están al sur del Río Grande. Los cárteles usan dinero en efectivo, sexo y chantaje para reclutar a la “narco migra”, afirma el escritor y periodista Ioan Grillo, quien nos revela la razón por la que las drogas y personas ingresan a Estados Unidos (EU): la corrupción de funcionarios estadounidenses encargados de la seguridad fronteriza.
Desde que en EU se creó el Departamento de Seguridad Nacional en 2002, incorporando a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, más de cien agentes y oficiales han sido condenados por tráfico de drogas o tráfico de inmigrantes indocumentados.
En febrero de este año, indica el investigador, un tribunal de Nueva York condenó al exjefe de seguridad pública de México, Genaro García Luna por trabajar con el Cartel de Sinaloa, y un reclamo común en México es que la podredumbre infesta ambos lados de la frontera, y un buen lugar para empezar es la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
La CBP, es la primera línea de defensa de EU, y tiene como responsabilidad proteger contra narcotráfico, terrorismo, y tráfico de personas. Poniéndolo en perspectiva, la corrupción en la CBP está en un nivel mucho más bajo que en México, afirma Ioan Grilllo, donde las fuerzas policiales enteras, trabajan para los cárteles y llevan a cabo masacres brutales en su nombre.
Sin embargo, no conocemos el alcance total de la corrupción de la CBP y el hecho de que sus propios agentes están moviendo camiones de droga, plantea interrogantes sobre toda la estrategia de Washington en materia de drogas en un momento de muertes récord por sobredosis, plantea Grillo.
OLLAS DE MIEL Y OLLAS DE DINERO
Alex Pacheco, un expolicía fronterizo estadounidense, sirvió dos décadas en la Patrulla Fronteriza, trabajando como agente especial, supervisor y finalmente investigando a oficiales corruptos.
El dinero es el incentivo obvio para las manzanas podridas, dice Pacheco y unos ejemplos de las mismas son:
Noé López, un agente de la Patrulla Fronteriza, quien recibió 10 mil dólares por dos entregas, ya no pudo hacer la tercera pactada, fue arrestado y acusado de intento de tráfico de cocaína y metanfetamina. Descubrió que la fuente era un informante de la DEA que lo tenía grabado y que las drogas eran falsas. Se declaró culpable y fue condenado a setenta meses de prisión en 2017.
En 2023, un juez condenó al agente Oberlin Cortez Peña por pasar carros llenos de cocaína en un puesto de control al norte de McAllen, Texas. En 2014, el agente de aduanas Lorne “Hammer” Jones fue condenado a siete años de prisión por dejar pasar camiones con droga por San Ysidro. Y esa es la punta del iceberg.
Margarita Crispin era una oficial de aduanas en El Paso que pasaba camiones llenos de marihuana durante años antes de ser sentenciada en 2009. El FBI afirma que ella se quedó con 5 millones de dólares por sus servicios.
Los cárteles también usan el tarro de miel para corromper, dice Pacheco. Los agentes, ya sean casados o solteros, comenzarán a ver a una mujer conectada con los mafiosos y ella los atraerá.
A menudo hermosas buchonas (novias narco) o strippers. Estas mujeres pueden ser fuentes confidenciales o sospechosas de los agentes. No sólo los conectarán, sino que también los presionarán para que gasten dinero. “Esperan un cierto estilo de vida que una persona honesta, un agente de la patrulla fronteriza, no puede ofrecer”, dice Pacheco.
TAREAS FÁCILES Y DIFÍCILES, PERO AMBAS SIN SALIDA
Una diferencia clave, dice Pacheco, es entre los agentes de la Patrulla Fronteriza que deambulan por el desierto y los agentes de aduanas, o CBPO, que trabajan en los cruces oficiales, es que un funcionario de aduanas corrupto corre menos riesgos, pero tiene la oportunidad de ganar más dinero.
Las incautaciones indican que los traficantes mueven la mayoría de las drogas de alto valor, incluidos el fentanilo, la cocaína y la metanfetamina, en “autos trampa” a través de estos cruces oficiales en lugar de hacerlo en mochilas por el desierto. Entonces los oficiales en las cabinas están en una posición más estratégica.
Los agentes pueden racionalizar que sólo harán un par de cargas y luego se irán con los fondos para que sus hijos vayan a la universidad. Pero se vuelven adictos al dinero en efectivo y el cartel puede tener cintas o fotografías para chantajearlos si intentan irse.
“Es esa pendiente resbaladiza de la que no hay vuelta atrás”, dice Pacheco. “Es como si no se pudiera dejar a alguien un poco embarazada. Una vez que estás ahí, estás jodidamente ahí”, sentencia el exagente.
Por otro lado, los cárteles pueden proteger a los agentes corruptos en prisión. Los policías condenados a menudo tendrán que pasar bajo custodia protectora. Pero algunos de los que trabajaron con narcos pueden caminar sin problemas por los patios principales de las prisiones federales.
“Tienen a alguien que los supervisa y les permite acceder a la población general”, dice Pacheco. “Todo el mundo sabe que eran agentes de la Patrulla Fronteriza”.
¿QUÉ TAN PROFUNDO ES EL ROJO?
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza tiene más de 60 mil empleados, por lo que los atrapados trabajando con traficantes son un porcentaje pequeño.
Aun así, no sabemos cuántos no han sido capturados. Es difícil demostrar que un oficial que simplemente hace pasar un auto conspiró con el cartel.
Pacheco cree que el hecho de que estén encerrando a agentes corruptos demuestra que la policía se lo toma en serio y que se está abordando el problema. “Creo que es muy bajo en Estados Unidos. Creo que hemos creado una cultura anticorrupción.
Pero, incluso si Pacheco tuviera razón, los narcos sólo necesitan un pequeño número de agentes para hacer pasar una gran cantidad de droga. Un coche con una carga típica de 50 kilos de cocaína transporta al por mayor un producto valorado en alrededor de un millón de dólares.
Un coche con diez libras de fentanilo tiene suficiente para fabricar 4.5 millones de pastillas cada una con un miligramo del veneno. Cada oficial que hace pasar deliberadamente un vehículo vale mucho dinero. El Independiente/Redacción Foto: X @usbpchieftca