En medio de la creciente crisis migratoria global, algunas comunidades se enfrentan a un doble desafío: la plaga de chinches, un problema que se suma a la ya abrumadora situación de aquellos que buscan refugio lejos de conflictos y condiciones inhumanas. La convergencia de estos problemas está generando una presión adicional sobre las comunidades más vulnerables, poniendo de manifiesto la urgencia de respuestas efectivas y coordinadas.
Acciones para contrarrestar la infestación y atender la crisis migratoria
A la ‘tormenta perfecta’ se suma el aumento de turismo a nivel global, exacerbado por un notable aumento en la circulación de personas y la gestión de equipajes, combinada con las altas temperaturas.
Al día de hoy escuchamos que algunas ciudades de México, España y Francia son atacadas por esta plaga de chinches y que, incluso, París esta en alerta ante la celebración de los Juegos Olímpicos de 2024, sin embargo, uno de los especialistas infectológos de México, el Dr. Alejandro Macías, señaló que el calentamiento global y la movilidad de personas son las causas de este resurgimiento de las chinches, las cuales, subrayó, no transmiten ninguna enfermedad a los humanos.
“Hay dos tipos de chinches, pero a las que nos enfrentamos, son las llamadas chinches de cama, nada que ver con las chinches que trasmiten la enfermedad de chaga. Las chinches solo causan”, explicó.
El doctor Macías dijo que las chinches “no representan un problema de salud pública. Solo higiene y ante las señales de mordedura, buscar y quitar al “animalillo”. Pues, las chinches necesitan lugares calientes para resguardarse como rincones en las casas, camas, cojines, sillas acolchonadas como las de los cines, hoteles y en el metro solo en sillas acolchadas, ellas no estarán nunca en lugares planos o de plástico”.
Campamentos de refugiados, semillero de plagas
El infectológo señaló que a nivel mundial hay más calor y las chinches se han vuelto más resistentes a los insecticidas, por lo que las fumigaciones no resolverán el problema.
Esto en el marco de que, en diversas partes del mundo informes recientes han documentado un aumento alarmante en la infestación de chinches en áreas afectadas por la crisis migratoria. Los campamentos de refugiados, ya de por sí en condiciones precarias, están experimentando una propagación rápida de estas plagas, lo que agrava las condiciones de vida ya difíciles para quienes buscan un refugio seguro.
La falta de recursos y la congestión en los campamentos propician un entorno propicio para la proliferación de chinches, que pueden propagarse fácilmente en condiciones de hacinamiento. Además, las limitaciones en el acceso a productos de control de plagas y condiciones higiénicas adecuadas han llevado a una situación en la que las comunidades desplazadas enfrentan no solo las dificultades inherentes a la migración forzada, sino también la amenaza constante de enfermedades y afecciones relacionadas con las chinches.
Incidencia mundial de la Cimex lectularius
El aumento de la población de chinches, Cimex lectularius, está generando preocupación en distintas partes del mundo. En México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido alertada por las autoridades sanitarias sobre la presencia de estos insectos. En Francia, particularmente en París, se enfrentan a una plaga de chinches que se manifiestan en el transporte público, cines y hospitales, siendo capturadas en videos compartidos en redes sociales.
Las autoridades sanitarias en Francia estiman que alrededor del 10% de los hogares han tenido problemas con chinches en los últimos años, requiriendo costosas operaciones de control de plagas. La agencia nacional de salud aconseja precauciones al viajar, como revisar camas de hoteles y tener cuidado al introducir muebles de segunda mano en los hogares.
Cabe indicar que, existen tres variedades de chinches que se nutren de seres humanos mientras estos duermen, específicamente, Cimex lectularius, Cimex hemipterus y Leptocimex boueti. Las chinches son pequeños insectos chupasangre de color marrón rojizo y sin alas. Las picaduras de chinches normalmente desaparecen sin tratamiento en una o dos semanas, pueden aparecer en línea, de manera similar a las de las pulgas. No suelen ser dolorosas, pero sí provocan una severa comezón, lesiones con diversas apariencias en la piel e inflamación.
Acciones para contrarrestar la infestación y atender la crisis migratoria
Ante esta doble amenaza, se requiere una acción urgente y coordinada a nivel internacional. Las organizaciones humanitarias, los gobiernos y la comunidad global deben colaborar para abordar tanto la crisis migratoria como la infestación de chinches de manera integral. Esto implica la provisión de recursos adecuados para el control de plagas, la mejora de las condiciones de vida en los campamentos y el acceso a servicios de salud mental y física.
Más allá de ser una plaga molesta y desagradable, la situación actual destaca la necesidad de abordar no solo los síntomas evidentes de la crisis migratoria, sino también los desafíos secundarios que pueden surgir y empeorar las condiciones de vida para aquellos que buscan refugio. El Independiente/Vanessa Pineda Foto: @sadicontroldeplagas