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viernes 22 noviembre 2024

El arresto de Ovidio Guzmán, más dudas, que certezas

  • La sentencia más dura, el Cartel de Sinaloa seguirá operando a pesar del arresto

Columna: Día Cero      Juan Manuel Aguilar Antonio     El Independiente

De forma controversial, el pasado jueves 5 de enero, la violencia y el terror arreció Culiacán, y posteriormente todo el estado de Sinaloa. ¿La razón? Un operativo que tenía como objetivo la captura de Ovidio “El Ratón” Guzmán López, parte de la facción de “Los Chapitos” que junto a Ismael “El Mayo” Zambada y Aureliano “El Guano” Guzmán, detentan el control del Cártel de Sinaloa.

El enfrentamiento fue atroz, y culminó en un total de 19 enfrentamientos y 29 fallecidos, de los cuales 10 eran militares y 19 miembros del grupo delictivo. La prensa, pronto acudió a la Sindicatura de “Jesús María”, a las afueras de Culiacán, para presentar la zona de combate. En ella se lograron ver decenas de vehículos incendiados. Del mismo modo, los impactos de bala y los restos en el campo de batalla muestran la evidencia de una operación en la que ambos bandos operaron en un juego de suma cero. En el que solo existían dos escenarios: ganar o morir, vencer o ser derrotado.

En la conferencia mañanera del 6 de enero, jornada posterior a los enfrentamientos, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) Luis Crescencio Sandoval indicó que la implementación del operativo fue después de un esfuerzo de seis meses de inteligencia, con una muy buena planificación orquestada entre la Sedena y la Guardia Nacional. Asimismo, externó parte de los errores de replanificación del operativo, que hicieron que en esta ocasión éste tuviera éxito a diferencia del “jueves negro” del 17 de octubre de 2019.

Hay diversas reflexiones y dudas, que se plantean en torno al operativo, en la fase posterior a este. Discutamos algunas:

El factor de la visita de Biden en vísperas del operativo. Siempre dejará mucho mal pensar, que este tipo de operativos y acciones se realicen poco antes o poco después de reuniones bilaterales entre el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador y Joe Biden. La misma situación se dio con el caso de Rafael “Caro Quintero”, en el operativo de su captura el 15 de junio de 2022, sólo un par de días después de la visita de AMLO a Washington DC. Este operativo, a pesar de ser exitoso, deja el mismo sabor de boca y muchos huecos para la conspiración y el mal pensar sobre el operativo. ¿Qué tan real es el compromiso del gobierno de México con estas capturas? ¿Qué tanta es la presión de Estados Unidos, hacía nuestro país, para que se ejecuten?

¿Estamos frente a una nueva era en que la Sedena y la GN darán los grandes golpes al crimen organizado? Por mucho tiempo se discutieron los errores tácticos del 19 de octubre de 2019, que hicieron al “Culiacanazo” uno de los días más grises y que dañaron la reputación de la naciente Guardia Nacional, y en las cuales las instituciones de seguridad del Estado mexicano quedaron completamente superadas. Mucho se habló de la forma en cómo el Cártel de Sinaloa secuestró a la población, con el fin de liberar a Ovidio. Del mismo modo, la hora del operativo, qué fue a las 14:00 horas, y el intentó de extracción del objetivo de forma terrestre, que desembocaron en una derrota. Frente a estos errores, se indicó como la Secretaría de Marina (SEMAR) estaba mejor facultada para realizar este tipo de operaciones. Y esto se recalcó con el exitoso operativo de captura de Quintero en junio de 2022.

Ahora, la Guardia Nacional y la Sedena han transformado y borrado dicha efigie. Han mostrado que pueden operar, de forma exitosa y bien planificada, en aras de volverse ellos la principal fuerza de seguridad en México en contra de la delincuencia organizada. Lo anterior, sería lo esperado, en aras de la extensión de funciones y el incremento del presupuesto que han recibido en los últimos años. Sin embargo, queda la duda: ¿estará abierta la Sedena a la colaboración en materia de inteligencia con el aparato gubernamental de los Estados Unidos? ¿Qué tanto operaran por la política de seguridad pública del presidente, que en más de una ocasión hemos dicho es inexistente, que por presiones de arrestar a los líderes criminales?

La sentencia más dura, el Cartel de Sinaloa seguirá operando a pesar del arresto. Si bien el operativo está marcado como una reivindicación del Gobierno Federal, la Sedena y la Guardia Nacional, respecto a la fallida operación de 2019, en los hechos este operativo no significará un golpe real que debilite al Cártel de Sinaloa. En los hechos, la organización criminal tiene un liderazgo dividido en tres mandos, el principal por Ismael “el Mayo” Zambada, el segundo por Aureliano “El Guano” Guzmán, y finalmente, el de “Los Chapitos” que se distribuye entre los liderazgos de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López, que ahora se encuentra tras las rejas. Sobre el grupo de “Los Chapitos” es conocido que el centro del grupo es Iván Archivaldo, y a pesar de que la captura de Ovidio se ha dado en un plano espectacular, no se espera que este se vea debilitado en el futuro cercano. En los hechos, este golpe beneficia al liderazgo de “El Mayo Zambada” y un reequilibrio en la organización, podría darse, que en los casos más extremos puede dejar al grupo en sólo dos facciones, dónde no habría lugar para los hijos de Joaquín Guzmán Loera. De nueva cuenta, debemos preguntar ¿qué estrategia, tiene el presidente, más allá de atrapar cabezas del crimen organizado, para contener a los grupos delincuenciales y la violencia que arrecia en México?

Con todo, a pesar del éxito del operativo, que debe reconocerse, debemos aceptar que tenemos más dudas hoy en día, que certezas.

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