Ciudad Juárez
La única agente asignada al cuidado del área de varones de la estación migratoria de esta localidad, encerró con candado a decenas de migrantes y se retiró del lugar cuando estallaba un motín.
Varios de esos migrantes habían sido recluidos luego de una redada policiaca porque pedían dinero en la vía pública. Los reunieron con otros que esperaban ser enviados al sur del País.
La agente del INM abandonó el lugar y se llevó las llaves. Los migrantes estallaron en furia y quemaron colchonetas. El fuego se propagó y murieron 38 encerrados, sin que nadie los auxiliara, en un área atestada de 15 por 20 metros.
A la estación provisional del INM, ubicada junto al Puente Internacional Reforma, a un lado de la Presidencia Municipal y cerca del Río Bravo, únicamente fueron llevados el lunes 14 adultos hombres, venezolanos, a quienes se les inició un proceso migratorio y se les llevaría a la frontera sur.
“En la tarde, estas personas venezolanas deciden amotinarse e incendiar los colchones que se les da para que duerman”, señaló la fuente consultada. Refirió que la mayoría de los migrantes murieron intoxicados por el humo.
Por la noche, el INM confirmó que en la zona de dormitorios de hombres estaban alojados 68 personas La dependencia federal condenó los hechos que provocaron el fuego, pero no explicó cómo se actuó ante la emergencia ni si se intentó evacuar o no a los extranjeros.
En un vídeo difundido, dos personas con uniforme del INM entran corriendo en el encuadre de la cámara y al menos un migrante aparece junto a la puerta metálica tras las rejas. Ninguno de los agentes se acerca a las celdas para abrirlas sino que huyen mientras todo se llena de humo.
En el estado de Chihuahua, la estación migratoria que tiene mayor capacidad es la ubicada en el municipio de Janos, mientras que la de Ciudad Juárez es provisional, de ahí que continuamente los extranjeros son repatriados o llevados a la frontera sur.
De acuerdo con las fuentes, en las instalaciones del INM de esta ciudad fronteriza no se pueden tener a los migrantes más de 15 días. Cuando ingresan, a los migrantes se les quita el celular y sus pertenencias.
Debido a que no es una cárcel y no es delito migrar, a los extranjeros no se les pide desnudarse ni se les entrega algún uniforme, sino que permanecen con su ropa, por lo que se presume que algunos llevaban cerillos o encendedores entre sus pertenencias.
Y también asfixia la falta de protocolos.
La tragedia en la sede del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, fue propiciada por la falta de protocolos para intervenir en casos como amotinamiento, de acuerdo con fuentes consultadas.
“No hay protocolos en casos como éste, no hay un protocolo de qué hacer, por ejemplo, en caso de que rompan un cristal”, señaló una fuente bajo reserva del anonimato. “Claro que hubo fallas”, agregó.
De acuerdo con la fuente, cuando la agente regresó a la estación, sólo pudo abrir la celda del área femenil, debido a que las llamas consumían la zona de hombres. Las fuentes consultadas descartaron que la estación registrara sobrepoblación, debido a las constantes repatriaciones de migrantes o sus envíos a la frontera sur de México.
El espacio, según las referencias, es de unos 15 por 20 metros, en el que caben alrededor de 60 personas. “Ya no hay gente que dure ni una semana ni dos, casi el mismo día que llegan los sacan”, explicó la fuente. Los migrantes hombres que se encontraban en la estación, en su mayoría centroamericanos, esperaban su deportación. Reforma/Pedro Sánchez Briones