Washington
Mediante una orden ejecutiva, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó al Pentágono el despliegue de tropas en distintos puntos de la frontera con México para reforzar el combate al tráfico de drogas.
De esta manera, se le otorgó “autoridad adicional” al secretario de Defensa —Lloyd J. Austin III— y al secretario de Seguridad Nacional —Alejandro Mayorkas— para ordenar el servicio activo de los miembros de reserva de las Fuerzas Armadas, incluyendo al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. Se prevé una movilización inicial de 1,500 efectivos castrenses.
La resolución presidencial dispone que la participación de los militares en la frontera con México quedará bajo la total consideración de los secretarios de Defensa y de Seguridad Nacional.
“Las autoridades invocadas garantizarán que el Departamento de Defensa pueda mantener su apoyo al Departamento de Seguridad Nacional en relación con el tráfico internacional de drogas a lo largo de la frontera suroeste”, puede leerse en la orden.
Frontera mexicana, foco rojo para EU
El hecho de que el apoyo de los militares deba ser concentrado en la frontera suroeste no es casualidad, pues es precisamente esa zona en la que hay colindancia con los estados mexicanos de Chihuahua, Sonora y Baja California, en los cuales se ha identificado un gran número de puntos de trasiego de narcóticos.
Un ejemplo es la ciudad de Nogales, Arizona, que conecta con el estado de Sonora. A principios de abril de 2023, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU decomisó un millón 373 mil 52 pastillas de fentanilo provenientes de México en menos de 48 horas.
Dicha incautación, sumada a los aseguramientos registrados en marzo (que acumularon más de cinco millones de píldoras) posicionó a la ciudad como una de las regiones con mayor flujo de este opioide sintético.
Documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) revelaron que Nogales es uno de los puntos a los que llegan al menos dos de las principales rutas terrestres de los cárteles del narcotráfico mexicanos.
Ciudades como Tijuana y Mexicali también representan puntos de alta relevancia en las operaciones de los grupos criminales, pues ahí culminan varios de sus traslados de droga.
Sumado a esto, autoridades de Sonora reconocieron en marzo de 2023 que el Punto de Revisión Militar de Querobabi es el lugar en el que se han registrado los mayores decomisos de fentanilo y armas de todo del país.
Según declaraciones del vocero de la Mesa Estatal de Seguridad, Juan González Alvarado, tan sólo en los meses de noviembre y diciembre de 2022 se incautaron en los retenes militares de Querobabi y Sonoyta 220 mil pastillas de fentanilo y 10 kilos de “droga pura”.
La luz verde de Joe Biden para enviar militares a la frontera ocurrió en medio del debate que detonó la iniciativa de algunos congresistas republicanos para catalogar a grupos como el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) como organizaciones terroristas. Dicha propuesta pretende facultar al gobierno de EU para usar a las Fuerzas Armadas en el combate directo a dichas estructuras delictivas.
Migración, otro desafío
A la vez de la lucha contra el fentanilo, se prevé que el envío de los 1,500 soldados más en servicio activo temporalmente a la frontera sur para ayudar a los agentes antes de la afluencia esperada de inmigrantes que buscan asilo, dijeron el día de ayer tres funcionarios estadounidenses.
La medida se produce cuando el Título 42, la ley de salud pública que permite a los EU. Negar solicitudes de asilo y migraciones por razones de salud pública, expirará el 11 de mayo. Algunos altos funcionarios estadounidenses dicen que el fin del Título 42 podría atraer a más personas que buscan una vida mejor en Estados Unidos para presentarse en la frontera entre Estados Unidos y México.
Los militares, provenientes principalmente de unidades del Ejército, no tendrán un rol de aplicación de la ley. Estarán armados para la autodefensa, pero solo realizarán tareas administrativas y de monitoreo, liberando a los oficiales de la Patrulla Fronteriza para procesar los reclamos de los migrantes, dijeron los tres funcionarios.
Las tropas adicionales, que se enviarán para cumplir con una solicitud del Departamento de Seguridad Nacional, llenarán “brechas críticas de capacidad”, que incluyen detección y monitoreo, ingreso de datos y soporte de almacén, según uno de los funcionarios. Estarán allí hasta por 90 días, después de lo cual los reservistas militares o los contratistas harán el trabajo, dijeron dos de los funcionarios.
Movilizaciones militares de 2006 a la fecha
En 2006, el entonces presidente George W. Bush desplegó 6,000 soldados en la frontera de California, Arizona, Nuevo México y Texas para la Operación Jump Start, que duró dos años. Mientras estuvieron allí, las tropas ayudaron con más de 185,000 detenciones de inmigrantes indocumentados.
Cuatro años más tarde, el entonces presidente Barack Obama y el entonces vicepresidente Biden enviaron hasta 1,200 soldados a la frontera durante la Operación Phalanx, que se prolongó durante aproximadamente un año. Poco después, la administración Obama también desplegó tropas, incluida una unidad Stryker, desde Fort Bliss a las comunidades fronterizas de Arizona y Nuevo México durante dos meses.
En 2018, el entonces presidente Donald Trump envió unos 2100 miembros de la Guardia Nacional al suroeste, aunque en su mayoría se quedaron a kilómetros de la frontera y en gran parte realizaron tareas de apoyo para la Patrulla Fronteriza de EU Meses después, días antes de las elecciones de mitad de mandato, desplegó otros 5,200 soldados para fortalecer la frontera, lo que provocó la reacción de exmilitares y demócratas que acusaron a Trump de abusar de las fuerzas armadas para irritar a su base. El Independiente/Redacción