Martha Aguilar/El Independiente
El terrorismo por parte de ISIS y Al Qaeda cuya capacidad de ataque no sufrió merma alguna al eliminar a sus líderes en 2022, y la expansión de la influencia de China y Rusia representan los desafíos más importantes para la seguridad nacional de los Estados Unidos en este 2023 a nivel internacional. A la vez, a nivel doméstico, los principales desafíos se ubican en el “hiperenfoque” sobre la inmigración por parte de la Patrulla Fronteriza que distrae su atención para interceptar el tráfico de drogas y personas; en el extremismo violento y el desgaste social en el vecino país, así como el fácil acceso a las armas de “daño masivo”.
Analistas del portal Homeland Security Today hacen una reflexión sobre los principales desafíos para la seguridad nacional de Estados Unidos en este 2023. El terrorismo global es catalogado como uno de los principales problemas de seguridad en Estados Unidos, pero el enfoque que se le ha dado no presta atención a la expansión de la influencia de China y Rusia en todo el mundo. Es un error suponer que los grupos yihadistas están confinados a sus países de origen, pues a pesar de que ISIS y Al Qaeda perdieron a sus líderes en operaciones militares en 2022, esto tuvo un impacto limitado en sus capacidades. Para 2023, ISIS y Al Qaeda seguirán actuando con violencia contra intereses estadounidenses en el extranjero y sus aliados estratégicos en Medio Oriente, Asia Central y en el Sur de África.
Otro de los riesgos es el extremismo violento en los Estados Unidos. El desgaste del pacto social en el país, junto los puntos de vista alternativos y las tensiones políticas conforman una seria amenaza y nuevos desafíos para la seguridad nacional. Estos factores combinados con el fácil acceso a las armas “de daño masivo” representa un grave riesgo para las comunidades. Es decir, no solo se trata de las tragedias que causan los tiroteos sino también que cada vez hay un mayor acceso a una oferta de armas de alta gama por parte de los extremistas, por ejemplo, se incluyen nuevos explosivos y dispositivos incendiarios, así como ataques a la infraestructura crítica para lograr algún efecto político en específico. Un ejemplo son los ciberataques.
El “hiperenfoque” en la inmigración es otro tema preocupante en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Procesar una enorme cantidad de inmigrantes, mina la capacidad de los agentes de la Patrulla Fronteriza para interceptar el tráfico de drogas y de personas. Las 22 agencias dentro del DHS tienen distintas misiones: atender desastres, protección a la infraestructura crítica y sistemas de transporte, protección de altos funcionarios del poder ejecutivo, cualquier falla en uno de estos objetivos podría ser catastrófica para el país, como es el caso de la actual crisis fronteriza.
Diversidad y civilidad son cruciales en Estados Unidos, un país de inmigrantes. Hoy Estados Unidos está cada vez más dividido, los estadounidenses se han vuelto más “incívicos” o más incivilizados. Una población diversa resulta en la presencia de una gama más amplia de puntos de vista diferentes, y las personas buscan socavarlos. En lugar de un debate respetuoso, estamos involucionando en encuentros irrespetuosos, y eso nos debilita como sociedad. La diversidad debe ser una fortaleza, pero para que las personas con diferentes puntos de vista se lleven bien, deben comprometerse. El compromiso requiere humildad y respeto, estos son poderosos valores personales que ayudan a reunir a la nación en torno a los valores estadounidenses compartidos. Estados Unidos necesita líderes de carácter que tengan la capacidad de unir a los ciudadanos en torno a un propósito común y valores compartidos.
Otro de los especialistas señala cuatro temas de preocupación: división, desinformación y desorden. La polarización política resulta un enorme desafío para las instituciones políticas y el estado de derecho. Las guerras culturales se han convertido en medios para dividir a la nación en facciones en competencia a la vez que se impulsa la violencia política. Esto se vio con claridad el 6 de enero de 2021, y los ataques al Congreso y políticos locales, también se refleja en las reacciones extremas sobre el aborto, temas LGBTQ, la respuesta al Covid-19 y cambio climático.
La desinformación, incluida la propaganda, divulgación de “noticias falsas” y teorías de conspiración como QAnon, amplifican la división social para alimentar el desorden. El potencial de extremismo violento doméstico, incluido el terrorismo, está en aumento. Actualmente la extrema derecha es responsable de la mayoría de estos actos, pero se puede esperar que la extrema izquierda y grupos de un solo tema se unan a la refriega. Tales son las preocupaciones que observa este grupo de especialistas en seguridad en este portal para 2023.
