Columna: Seguridad y Defensa Carlos Ramírez
- A la memoria del amigo y colega Alfredo Huerta
El bloque republicano radical en el Congreso estadounidense no está esperando mayores tiempos políticos, ya se adelantó a poner la parte sustancial de su agenda para las elecciones presidenciales de 2024: México como un riesgo de seguridad nacional por el narcotráfico, sobre todo el fentanilo.
Más que el comercio y la geopolítica derivada de la guerra en Ucrania, los conservadores americanos andan en busca de a quién culpar, y se niegan a aceptar su responsabilidad en el consumo local de droga y su corresponsabilidad en el tráfico que pasa de muchas maneras por la frontera.
Los demócratas, en cambio, estaban más preocupados por los obstáculos a los negocios en México, pero han sido arrastrados por los republicanos al debate del narco. Las administraciones de George Bush Jr. y de Donald Trump casi nada hicieron para impedir que paulatinamente desde 2001, nueve cárteles mexicanos instalarán células operativas dentro del territorio estadounidense para contrabandear, traficar, distribuir y vender al menudeo las principales drogas, sobre todo el fentanilo.
Los demócratas y republicanos andan en busca de culpables, pero la entrada de droga y el consumo es decisión de autoridades estadounidenses y allí es donde ninguno de los dos partidos asume su corresponsabilidad: hay droga porque la demandan los adictos americanos, los estupefacientes cruzan la frontera corrompiendo autoridades locales y la venta al menudeo en las calles no se combate porque la sociedad americana se basa en la libertad que implica también en ingerir lo que les venga en gana.
En el contexto de las quejas estadounidenses y en el escenario de una escalada de violencia del CJNG, las fuerzas de seguridad mexicanas han iniciado acciones contra ese grupo criminal.
ZONA ZERO
Todos los datos indican que no existe una guerra directa del CJNG contra las fuerzas armadas mexicanas en labores de seguridad, pero sí se tienen indicios de que fracciones de ese grupo criminal están tomando decisiones de confrontación que están conduciendo a respuestas operativas crecientes del Estado. Hasta ahora, el grupo activo en violencia es el Cártel Jalisco y algunos datos en poder de las autoridades revelan que en éste existen mandos con autonomía de operación ante la supuesta ausencia de El Mencho. En EU hay un seguimiento muy estricto para saber si el Estado mexicano permitirá la consolidación del CJNG. 24 HORAS