- Es el sentir del coahuilense, que, tras dos intentos fallidos, consiguió la clasificación a Juegos Olímpicos con mucha anticipación, lo cual le motiva a prepararse arduamente y tener una digna actuación en París
CDMX
Miguel de Lara ya tiene la marca A en los 200 metros pecho que le da derecho a competir en los Juegos Olímpicos de París 2024, un sueño que estuvo buscando en los dos ciclos anteriores, pero que no pudo hacerlo realidad, y ahora el nadador mexicano obtuvo ese registro con más de un año de anticipación, lo que le permitirá tener una buena preparación para buscar una digna actuación en la justa.
El coahuilense marcó un tiempo de 2:09.60 minutos en los 200 metros pecho del selectivo único celebrado hace unos días en Nuevo León, ocho centésimas por debajo de la marca mínima olímpica que estableció la World Aquatics para los próximos Juegos Olímpicos, por lo que De Lara considera que es un gran logro conseguir ese tiempo, que le da tranquilidad para pensar en más metas.
Antes de llegar a París 2024, Miguel tiene otros compromisos este año, como los Juegos Centroamericanos en San Salvador, el Campeonato Mundial en Fukuoka y los Juegos Panamericanos en Santiago de Chile. El nadador recibirá apoyo de instituciones privadas y estatales para hacer campamentos y competir en esos certámenes.
¿Cuál es tu sentir de conseguir la marca A?
“No soy olímpico todavía, y eso será cuando este en la Villa y compita en París. Me siento muy feliz de ser un clasificado olímpico, además, aliviado de que finalmente cumplí la meta y poder meterme más objetivos en mi cabeza”.
¿Desde cuándo vienes buscando la marca olímpica?
Desde que tenía ocho años tengo el sueño de asistir a unos Juegos Olímpicos. Fue una meta que me nació cuando me explicaron qué eran los Olímpicos, que era cada cuatro años, que era la máxima justa para cualquier deportista. Yo consideraba la natación como un deporte más difícil, entonces el desafío de acudir me llenaba de emoción. Para Río 2016 y Tokio 2020 la estuve buscando, pero no se concretó.
¿Qué otro deporte te hubiera gustado practicar?
Creo que basquetbol, pero no me gusta la parte de los deportes de conjunto donde yo hago mi máximo esfuerzo, pero si otros no lo hacen, obviamente perdemos. Otro deporte que practiqué fue el taekwondo, ahí practiqué formas y era bueno, pero no me gustó el hecho de que si le caes bien o no al juez, es decir que era un deporte de apreciación. Siempre he dicho que cuando me retire de la natación quiero hacer un deporte más tranquilo, como el tiro con arco o el tiro deportivo, que no me exija llevar mi cuerpo a los límites de lo físico todos los días.
¿Qué beneficio tiene conseguir la marca A con mucho tiempo de anticipación?
Tenemos tiempo de planear la preparación rumbo a París. Yo fui uno de los nadadores que buscó la marca en los pasados ciclos, y es horrible, porque siento que después de hacer la marca en el límite de tiempo no es como que vas a hacer una buena actuación en unos Juegos Olímpicos.
¿Qué expectativa tienes para París 2024?
Yo no me pongo límites. Primero quiero ir a mejorar mis resultados obtenidos en Centroamericanos, Panamericanos y el Mundial, y si logro hacerlo quiere decir que sigo progresando en mi carrera deportiva, porque siempre como atletas buscamos ser mejores de lo que fuimos anteriormente.
¿Qué significado tiene para un nadador conseguir la marca A?
Estamos hablando de marcas difíciles, donde necesitas fuerza, potencia, resistencia, incluso genética que te ayude, además requieres coraje y la mentalidad correcta. La marca la impone la World Aquatics como algo que te da el derecho de participar, a pesar de que tu país no quiera incluirte en la delegación nacional, por lo que el Comité Olímpico Internacional te lleva con la bandera olímpica, y es por el simple hecho de que la marca es tan difícil y significa un nivel tan alto de desempeño que mereces competir por una medalla olímpica.
¿Qué tan complicado ha sido seguir en el camino a pesar del conflicto en la natación mexicana?
Han estado duras las cosas, pero tratamos de concentrarnos en lo positivo, como atletas tenemos que hacerlo porque en caso contrario nos volvemos locos. El corporativo de Nelson Vargas nos ayudó para competir en Monterrey y fue una gran ayuda, entonces las instituciones privadas y las personas allegadas, como Javier Díaz, secretario de Desarrollo Social en Coahuila, quien me ha seguido desde los 15 años y he recibido su apoyo incondicional.
La Afición/Carlos Cruz Edición Fin de Semana