- Monólogo autobiográfico con toques de ficción combina el teatro, la danza y la cosmogonía maya
El monólogo Wilma, que tendrá una nueva temporada del 8 de junio al 2 de julio en la Sala Xavier Villaurrutia, narra la historia de una niña que crece como extranjera en su propia tierra, aislada por el clasismo y racismo impuesto por su abuela, una migrante irlandesa que le prohíbe aprender la lengua y la cultura mayas.
Escrito, dirigido y protagonizado por Itzhel Razo, el montaje plantea temas como el elitismo, la discriminación y la etnofobia que se vive en Mérida, Yucatán. Wilma es una analogía entre una catástrofe natural y una social, en la que ambas dejan huella en la educación de la protagonista.
“Este unipersonal está inspirado en un hecho de mi vida en la península de Yucatán, donde viví mi infancia y mi adolescencia. Particularmente me motivó el hecho de que mi abuela Wilma, de origen irlandés, me impartió una educación relacionada con la etnofobia hacia lo maya que, para mí, era rica, valiosa e importante.
“En la obra hago una analogía sobre una catástrofe social, el clasismo tomado de ese hecho de la élite en Yucatán que es muy fuerte, y la catástrofe natural con el huracán Wilma. La tesis de la obra es que los huracanes reciben nombres de personas, pero los huracanes más destructivos los borran de los registros históricos, de la misma manera que nosotros borramos de nuestra memoria nombres de las personas que nos causaron un daño irreparable, esa es la analogía: cómo una persona puede ser igual de invasiva que un huracán y dejar una marca en la otra persona”, explica en entrevista Itzhel Razo.
La obra autobiográfica con toques de ficción combina el teatro, la danza y la cosmogonía mayas. La protagonista enseña un poco de lengua maya y también usa su voz en diferentes momentos no sólo para contar la historia, sino para recrear sonidos vinculados con la cultura de la península.
Además de tener como punto de partida su experiencia personal, la actriz y dramaturga se inspiró en testimonios de gente que vive en Yucatán, sobre todo del libro Las élites de la Ciudad Blanca, de Eugenia Iturriaga, en el que se expone cómo las personas viven el clasismo y la estratificación social.
La puesta en escena contó con el estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR (Efiartes) y en esta temporada cuenta con vestuario nuevo inspirado en el traje tradicional yucateco y en el ropón de bautizo; asimismo, la protagonista utiliza el henequén como medio de salvación y, a la vez, mecanismo de violencia.
La obra, que este año cumplirá sus primeras cien representaciones en noviembre, se escenificará en diferentes recintos de la Ciudad de México, como la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma s/n), donde se presentará del 8 de junio al 2 de julio los jueves y viernes a las 20 horas, los sábados a las 19 horas y los domingos a las 18 horas.
Wilma también se presentará del 31 de agosto al 10 de septiembre en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (avenida Río Churubusco 79, colonia Country Club), con funciones jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas. La Jornada/Fabiola Palapa Quijas Foto cortesía Irma Monterrubio