- Activistas denunciaron que el crimen organizado acecha a los extranjeros, por lo que la movilización busca salvar vidas
De nueva cuenta y sin temor a ser deportados, ayer partió desde Tapachula, Chiapas, una marcha migrante para exigir a las autoridades permisos de tránsito que les permitan avanzar hacia Estados Unidos.
Con sus equipajes y niños en hombros, los extranjeros procedentes de diferentes países salieron al amanecer y recorrieron 15 km hasta la comunidad de Viva México, muy cerca de la frontera con Guatemala, la cual es puerta para cientos de miles de personas en tránsito que escapan de la violencia y la pobreza.
“Queremos permisos. La contención que venden es nuestra muerte”, se leía en una pancarta extendida al frente de la caravana, en referencia al endurecimiento de las medidas en Estados Unidos y México para frenarles el paso.
Washington acordó recientemente con el gobierno de Venezuela un plan para deportar a ciudadanos de ese país que hayan ingresado ilegalmente después del 31 de julio; mientras autoridades mexicanas se comprometieron con Estados Unidos a recibir a los migrantes indocumentados y entregarlos a las autoridades de sus países de origen.
Miles de migrantes se agolpan a la espera de permisos de tránsito o de refugio para seguir su camino hacia el norte e intentar cruzar la frontera, muchos de ellos pasan allí semanas esperando por esos documentos. “Las rentas están muy caras, mucha gente está en situación de calle, tienen que decidir si rentan un cuarto o comen, y los días avanzan”, declaró el activista Irineo Mujica, uno de los organizadores de la movilización.
Además, “el crimen organizado está encima de los migrantes, por eso con esta movilización estamos tratando de salvar vidas y que los migrantes no sean secuestrados”, añadió.
En meses recientes hubo marchas similares en Chiapas, pero se disolvieron a medida que las autoridades migratorias entregaron permisos de tránsito a los migrantes en puntos intermedios. 24 HORAS/AFP