- Su presupuesto asignado en 2022 fue de mil 662 millones de pesos, pero acabó ejerciendo seis mil 776
El Instituto Nacional de Migración (INM) gastó 307% más de lo presupuestado en 2022, año en el que México deportó a más de 100 mil personas originarias de Centroamérica.
De acuerdo con el informe sobre la variación presupuestal en el periodo enero-diciembre, publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Cámara de Diputados le aprobó mil 662 millones de pesos, pero terminó ejerciendo más de seis mil 776 millones de pesos.
Es decir, durante el año pasado se le incrementaron cinco mil 114 millones de pesos al INM para que pudiera cumplir con sus tareas, en el marco de un sexenio en el que se han llevado a cabo diversas negociaciones sobre el tema migratorio desde Centroamérica con Estados Unidos.
Incluso, en mayo de 2019, el entonces presidente de EU, Donald Trump, amagó con imponer aranceles a los productos mexicanos, debido a que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no contenía el flujo migratorio.
Ya durante el mandato de Joe Biden, este se ha reunido en varias ocasiones con el presidente López Obrador para abordar ese tema, quien le ha revirado al solicitar que envíe más apoyo a Centroamérica para frenar los flujos de personas.
Una revisión de 24 HORAS al histórico de los reportes de gastos del INM da cuenta de que el aumento de gasto de esa dependencia se disparó desde 2015, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y no se ha podido estabilizar en el Gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación.
Tan sólo en 2018, último año de la pasada administración, el gasto en el rubro de Migración pasó de mil 731 millones de pesos a seis mil 161 millones de pesos; en el primer año de Andrés Manuel López Obrador al frente de la Presidencia se aprobaron mil 330 millones y la erogación final fue de cinco mil 782 millones.
En 2020, fueron dos mil 949 millones de pesos excedentes; en 2021, se destinaron cuatro mil 719 millones de pesos más a Migración, y el año pasado fueron cinco mil 114 millones de pesos extras; es decir, en 2022 fue en el que se destinaron más recursos excedentes de los últimos años.
Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para el Triángulo Norte de Centroamérica señala que México deportó en 2022 a 106 mil 827 personas originarias de esa región, lo que significa un aumento de 17% respecto a 2021, cuando se repatriaron a poco más de 91 mil ciudadanos de esas naciones que ingresaron al país de manera ilegal.
De acuerdo a las cifras, a pesar de la inversión de casi siete mil millones de pesos en el INM, el número de migrantes que ingresan al país ha aumentado durante el mandato de López Obrador.
Según las estadísticas oficiales, el flujo aumentó 55% en 2022, comparado con 2021, al pasar de 425 mil 630 a 661 mil 376 personas de otros países que ingresaron a México de manera irregular.
A su vez, el Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias señala que el año pasado la mayor incidencia migratoria fue de originarios de Venezuela, Honduras, Guatemala, Cuba y Nicaragua.
Otro de los datos es que 303 personas perdieron la vida al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, y entre las principales causas está el ahogamiento, accidentes viales y hechos violentos, aunque el reporte no desglosa cuántas muertes ocurrieron en territorio mexicano.
ANTECEDENTES
Hace unos días, Mike Pompeo, el exsecretario de Estado durante el mandato del expresidente de EU, Donald Trump, publicó un libro donde detalla las negociaciones migratorias entre Estados Unidos y México al inicio del mandato de López Obrador.
Una de las revelaciones fue que el titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, pidió que no se hiciera público que el Gobierno de la Cuarta Transformación había aceptado los términos del programa Quédate en México, conocido como el de tercer país seguro, esto para evitar un posible daño a la imagen del Gobierno federal.
Con dicho programa, los migrantes que eran deportados de Estados Unidos podrían permanecer en México en lo que se resolvía su situación de asilo, luego de que desde 2018 varias caravanas con miles de personas atravesaran el territorio mexicano.
En su momento, el canciller señaló que México siempre rechazó la imposición de Estados Unidos durante el mandato de Trump, en la que se planteó que el país recibiera dinero a cambio de migrantes deportados.
“El objetivo central de la administración de Trump fue siempre la firma de un acuerdo de tercer país seguro, que obligaría permanente e inflexiblemente a otorgar asilo o deportar a todos los extranjeros que buscan protección en Estados Unidos tras pasar por México”, señaló Ebrard en una carta.
El titular de Relaciones Exteriores abundó que “la postura del Gobierno de México fue y continúa siendo la de rechazar la firma de un acuerdo bilateral que nos comprometa de manera permanente”. 24 HORAS/Ángel Cabrera