El marco legal en materia de movilidad en Quintana Roo, proteccionista en favor de sindicatos de taxistas, perpetúa prácticas monopólicas que eleva los costos de traslado para turistas y dan mala imagen, además de mermar la derrama económica de los destinos de la entidad, aseveró hoy David Ortiz Mena, vicepresidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano.
En entrevista, el empresario señaló que muchos han caracterizado injustamente al modelo Todo Incluido como “el enemigo”, ya que supuestamente evita que los turistas salgan de los hoteles; sin embargo, habría que plantearse si en realidad el mayor impedimento son las elevadísimas tarifas que cobran los taxistas para trasladarse de algún centro de hospedaje a alguna ciudad o parque.
Como ejemplo, señaló un comentario hecho por una turista que se hospedó en Tulum, quien afirmó que el lugar era “maravilloso”, pero que para acudir a Xcaret tuvo que pagar mil 900 pesos en viaje redondo desde su hotel, un gasto que no tenía previsto.
El consejo de esta viajera era que los turistas deben contar con al menos 3 mil pesos adicionales para cubrir estos viajes, que son muy por arriba de los precios de mercado, o de otros destinos competidores.
“Si consideramos los costos de algunas nuevas aerolíneas, estas tarifas pueden representar un gasto superior al de los pasajes para los turistas”, lamentó el también presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, quien señaló que en Quintana Roo no se está a la altura de las circunstancias en movilidad.
Este virtual monopolio, al no existir todavía una libre competencia por parte de plataformas digitales, causan, en el mejor de los casos, una afectación a la imagen turística, y en el peor, situaciones de violencia.
“Toca revisar los temas de movilidad, falta una legislación de altura”, comentó el hotelero, quien recordó que el ingreso de plataformas digitales de transporte, en un inicio causan conflicto, pero luego obligan a los taxis a moderar sus tarifas y, también importante, a mejorar su servicio.
“Es un tema tabú en todo Quintana Roo, pero por ejemplo, Cozumel es un destino monopolizado, lo que afecta la afluencia turística”, señaló.
A esto se añaden deficiencias en cuanto a infraestructura vial, lo que también desanima la movilidad de turistas. En Tulum, en particular, el tráfico hacia la zona costera se vuelve cada vez más complicado, mientras que el centro de la ciudad, que es paso obligado para el futuro aeropuerto de Tulum, ya tiene embotellamientos puntuales.
Actualmente los niveles de ocupación hotelera no son los mejores, por lo que debieran hacerse esfuerzos para mejorar la experiencia de nuestros visitantes, en lugar de castigarla con impuestos como el “Visitax”, apagones intermitentes y tarifas elevadas de taxis, sentenció.