- Poco más de 633 mil personas y alrededor de 151 mil familias viven un verdadero calvario en Sudamérica por la peor sequía en décadas
Golpea salvajemente la sequía a la Amazonía brasileña, con una disminución del caudal del río Amazonas y sus afluentes a mínimos históricos, afectando a 633 mil personas en 62 ciudades, reportaron autoridades locales.
Se explicó que Brasil intensificó sus recorridos en la cuenca de este caudaloso río donde se registra una de las situaciones más apremiantes de los últimos 35 años.
Comisarios, policía nacional y guardias civiles se han visto rebasados por las altas temperaturas las más altas desde hace años.
A través de un boletín de la Defensa Civil del estado de Amazonas (norte) indicó que la sequía mantiene a 59 ciudades en situación de emergencia, a una en alerta y otras dos en proceso de normalización, con 151 mil familias afectadas (633 mil personas).
A pesar de la reducción de los focos de incendios, la sequía y la deforestación continúan provocándolos.
Lo anterior es más que evidente en el municipio de Careiro y que obligó el desplazamiento de bomberos para contenerlo.
En medio de una de las peores sequías que se recuerdan en la región, el río Negro, el afluente del Amazonas que baña Manaos -la capital regional- y su puerto, registró esta semana su menor nivel desde que empezó el monitoreo en 1902: 13.5 metros.
Es necesario señalar que desde el centro de la ciudad hasta el puerto, solo queda un pequeño riachuelo de lo que fue el río y la estructura flotante está encallada.
En tanto, en la comunidad de Barro Alto y en la zona conocida como Poção, el olor a pescado podrido es casi insoportable con miles de peces muertos que se mezclan con el lodo y son devorados por los buitres.
Sin embargo, con los bloques de lodo que se forman, los barqueros tienen que ser hábiles para no quedarse atascados en el barro.
Por su parte, los residentes dicen que han muerto muchos más peces, pero como ha llovido en los últimos días los animales muertos han desaparecido.
En Paraná do Barroso, donde el rio Negro confluye con el Solimões, un banco de arena ha cerrado el paso a las embarcaciones, con apenas una profundidad de escasos treinta centímetros en algunos tramos.
Buscan apoyo desde diversas regiones
Gobiernos de diversas regiones del continente se han dado a la tarea de apoyar a las miles de familias que viven un verdadero calvario en la zona de los márgenes del Amazonas, debido a que la actual es una de las sequías más fuertes y prolongadas de las últimas décadas.
Al respecto, el presidente carioca Luis Inacio Lula da Silva reconoce que la sequía en el Amazonas es tan grave que ya los gobiernos hermanos de Argentina, Chile, Perú y Bolivia, se alistan a enviar agua, alimentos, ropa y medicinas a las familias que lo han perdido todo desde hace varias semanas.
“Queremos darle el apoyo a todos, pero los esfuerzos en muchas ocasiones resultan ser insuficientes para apoyar a la población en general”, asintió.
El Independiente/Redacción Fuente: EFE Foto de ciat – amazon17, cc by-sa 2.0
