- El periodista e investigador presenta en su sitio un mapa sobre los territorios manejados por narcos: destaca que los dos más importantes son el de Sinaloa y el de Jalisco
En las líneas del frente entre los cárteles en guerra en México, los hombres armados pueden rociar muros para reclamar territorio como las pandillas callejeras. Hace una década, el periodista especialista en temas de narcotráfico, Ioan Grillo ya había informado sobre el Cártel del Golfo y los Zetas luchando cuadra por cuadra por la ciudad de Cadereyta y compitiendo por pinta “CDG” y “Z”, conquistando luego algunos metros de césped para borrar las marcas de sus rivales. Sin embargo, en una nota reciente, el periodista señala que estas burdas etiquetas son la excepción y no la regla.
Los cárteles son generalmente mucho más grandes que las pandillas callejeras y ejercen poder sobre alcaldes, fuerzas policiales y estados enteros. No necesitan rociar una pared para que los residentes atemorizados sepan que están a cargo.
Ioan Grillo señala que empresas estratégicas de inteligencia como StratFor los han publicado desde hace mucho tiempo. Sin embargo, para el periodista agrega un nivel de matiz al clasificar los cárteles en tres niveles: cárteles transnacionales importantes (dos); poderosos cárteles regionales (cuatro); y cárteles locales (más de una docena). También analizó cómo operan los diferentes cárteles, qué tan fuertes son y quién los dirige.
Para el especialista en temas de narcotráfico, los cárteles no son empresas de arriba hacia abajo o ejércitos compactos, sino redes criminales complejas. (Entro aquí en el debate sobre su naturaleza). Están formados por facciones semivinculadas y plagados de luchas internas. Sin embargo, ejercen un poder real y desatan una violencia dolorosamente real a la que nos vemos obligados a encontrarle sentido.
Otro matiz es que el control de los cárteles varía en su intensidad. En ejemplos extremos, como en Comalapa, Chiapas, el cártel ejerce un control brutal y visible sobre muchos aspectos de la vida. Pero en otros lugares, como Ciudad de México, los cárteles pueden operar silenciosamente para hacer tratos con funcionarios federales y lavar dinero. Planeo un gráfico más detallado sobre los niveles contrastantes de violencia por venir, y he considerado algo de eso aquí con un área blanca para “actividad de cárteles de baja intensidad”.
“No es una ciencia exacta. A lo largo de los años, he informado en todos los estados mexicanos, entrevisté a miles de personas y busqué todas las fuentes que pude. Sin embargo, la demarcación del territorio que pinto es cambiante y abierta al debate – y eso también se aplica a los mapas de cárteles elaborados por empresas de seguridad o incluso por la DEA o el ejército mexicano. Hay factores que complican la situación: un cartel local puede tener una alianza con un cartel más grande; un cartel puede ser dominante, pero hay una pequeña presencia de otra fuerza”, finaliza Ioan Grillo. El Independiente/EFE/Redacción