Maestras de la escuela primaria Eduardo Priego León, que se localiza en la calle 38 con avenida 40 de Playa del Carmen colocaron la mañana de este lunes una manta en la entrada del plantel educativo para hacer público el presunto acoso laboral y sexual del que han sido víctimas por parte del director Candelario García Zurita.
En la manta se leía: “Manifestamos nuestro total rechazo al acoso sexual y laboral que las maestras estamos sufriendo por parte del director de la escuela, Candelario García Zurita. Asimismo, denunciamos el abuso constante a nuestros derechos laborales, como medida de protesta nos declaramos en jornada de brazos caídos hasta que se tomen acciones contundentes para resolver esta situación”.
Son tres las maestras que denuncian este acoso y apuntaron que desde mediados de octubre presentaron la denuncia ante las autoridades educativas sin tener respuesta.
“El jurídico es el que nos ha dado largas”, dijo una de las maestras, por lo cual iniciaron un paro de brazos caídos, es decir, explicaron que dejarían de dar clases por un rato hasta ser atendidas por las autoridades, específicamente por la titular de la Secretaría de Educación, María Elda Xix Euán.
“Ya se alargó todo este proceso y seguimos esperando una respuesta, no es justo que no se nos escuche, que traten de seguir callándonos, de seguirnos ignorando”.
Aunque el director señalado por ahora ya no se encuentra en el plantel, aseguran que siguen sufriendo el acoso laboral por parte de personal allegado a este director.
También acusaron al delegado de su sindicato por no querer solucionar este problema.
A pesar de esta manifestación no se interrumpieron las clases. Fue por la tarde cuando se presentó la secretaria estatal de Educación, Hilda María Xix Euán, para platicar con las maestras.
De entrada, dijo que no se permitirá que se violenten los derechos de las maestras.
Reunidos maestros y maestras, así como algunos padres de familia, con la titular de la Secretaría de Educación, en las tribunas del Domo escolar, comenzaron a discutir tomando partido tres las dos partes en conflicto, subiendo de tono la discusión por lo que solicitaron a los medios presentes abstenerse de grabar porque se atentaba contra sus derechos humanos.
Al final pidieron que los medios se retiraran para poder resolver este asunto.