- En la última actualización de las autoridades sanitarias tras una jornada en la que se vivieron dos grandes ataques contra el devastado enclave palestino: uno en la zona humanitaria de Mawasi, en el sur, y otro en el campamento de refugiados de Shati, junto a Ciudad de Gaza, en el norte
Jerusalén
Al menos 141 personas murieron y unas 400 resultaron heridas en los ataques israelíes de las últimas 24 horas en la Franja de Gaza, según cifras del Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por Hamás.
Desde que comenzó la guerra en Gaza, 38,584 personas han muerto y 88,881 han resultado heridas, y se estima que los cuerpos de miles de desaparecidos continúan enterrados bajo los escombros.
Es la última actualización de las autoridades sanitarias tras una jornada en la que se vivieron dos grandes ataques contra el devastado enclave palestino: uno en la zona humanitaria de Mawasi, en el sur, y otro en el campamento de refugiados de Shati, junto a Ciudad de Gaza, en el norte.
El ataque de Mawasi, dirigido contra el ‘número dos’ de Hamás en la Franja y su jefe militar, Mohamed Deif, y cuyo estado se desconoce, dejó al menos 90 muertos y más de 300 heridos, según las autoridades gazatíes.
Según el Ejército, en el complejo se congregaban un gran número de milicianos, entre ellos Rafaa Salameh, comandante de la brigada de Jan Yunis del brazo armado de Hamás y mano derecha de Deif, del que tampoco se conoce su estado.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, compareció anoche para afirmar que «aún no había certeza absoluta» sobre la muerte de ambos comandantes de Hamás.
En el campamento de Shati, en el norte de la Franja, al menos una veintena de personas murieron en un ataque contra una mezquita que, según los medios palestinos, se produjo mientras la gente se encontraba reunida para rezar.
Mientras, el Ejército israelí mantuvo sus operaciones en la localidad de Rafah, la más meridional del enclave, donde destruyó un lanzador de misiles antitanque que había sido utilizado para atacar a las tropas, según un comunicado castrense.
Los soldados, además, eliminaron a varios milicianos en combates a corta distancia y destruyeron bocas de túneles y otras infraestructuras.
El ataque en Mawasi contra el ‘número 2’ de Hamás en Gaza se produce en un momento crítico para las negociaciones sobre un alto el fuego en el enclave que permita liberar al centenar de rehenes israelíes que todavía quedan en el asediado territorio palestino.
LA GRAN MAYORÍA DE ISRAELÍES CREE QUE NETANYAHU DEBERÍA DIMITIR POR EL 7 DE OCTUBRE
En tanto, la gran mayoría de los israelíes piensa que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, debería dimitir por los fallos de seguridad que permitieron los ataques de Hamás del 7 de octubre, en los que murieron unas 1,200 personas y 250 fueron secuestradas, según una encuesta del canal 12 de noticias israelí.
Un 72 % de los encuestados considera que el mandatario debe presentar su dimisión por lo sucedido, y de estos un 44 % piensa que debe hacerlo inmediatamente. El 28 % de los que piensan que debe dimitir creen que debería hacerlo una vez termine la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
Entre los votantes que apoyan a la actual coalición de Gobierno, la mitad considera que Netanyahu debería abandonar el cargo antes del final de la legislatura, mientras que un 42 % piensa que debería agotar su mandato.
Además, un 64 % de la población cree que el país debería llegar a un acuerdo de alto el fuego con el grupo islamista que permita liberar a los rehenes israelíes que todavía permanecen en Gaza.
De momento solo se han producido dos dimisiones de relevancia en el estamento militar por los errores del 7 de octubre, y una en el Shin Bet (inteligencia interior).
El pasado 22 de abril se produjo la primera al abandonar su cargo el jefe de la inteligencia militar israelí, el general Aharon Haliva, tras 38 años de servicio.
La segunda se produjo el pasado 9 de junio, cuando el general de brigada Avi Rosenfeld, comandante de la división de Gaza, abandonó su cargo al no haber podido proteger «a las comunidades, a miles de residentes, a miles de participantes en el festival de música de Reim y a las fuerzas estacionadas en los puestos de avanzada».
Además, el jefe para el distrito sur del Shin Bet -cuya identidad, como la de todos los trabajadores de esta agencia, no ha sido desvelada- dimitió el miércoles, convirtiéndose en el primer miembro del órgano que presenta su renuncia por los fallos de inteligencia que permitieron la masacre.
En octubre, el jefe del Shin Bet, Ron Bar, pidió disculpas por lo ocurrido el 7 de octubre y asumió su responsabilidad, pero de momento sigue en el cargo.
El Independiente/EFE/Redacción Foto: EFE/Haitham Imad