Rafael Pascual
A dos semanas de que se celebre el Día de Muertos, los panteones de Cancún lucen un severo deterioro y abandono por falta de atención.
El único que se cuenta con personal trabajando, es el más nuevo, ubicado en la región 105 sobre el Arco Vial, mientras que los otros dos, como el de la región 99 y la supermanzana 91, lucen en condiciones deplorables.
Es evidente la falta de mantenimiento pues ha transformado estos espacios en verdaderas selvas, donde hierbas y árboles cubren las tumbas.
Pero más grave aún es que hay tumbas abiertas con osamentas expuestas a la intemperie.
Si bien la atención es de cierta forma responsabilidad de las autoridades, también lo es de familiares de los difuntos que lamentablemente solo se acuerdan de ir uno o dos días de la celebración mexicana de Día de Muertos y después no vuelven a los panteones.
