La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) enfrenta un panorama crítico en medio de la transición política de México y Estados Unidos, con un recorte presupuestal proyectado para 2025 y dos meses sin una persona titular que encabece la dependencia. Esto ocurre en un contexto de incremento en el flujo migratorio hacia territorio mexicano, exacerbado por la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien asumirá el cargo en enero de 2025.
Trump ha anunciado que deportará a un millón de migrantes en su primer año de mandato, lo que ya ha generado tensiones con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum. Esta política, sumada al endurecimiento de controles fronterizos, podría derivar en que un número mayor de migrantes busque refugio en México.
A pesar del aumento en las solicitudes de refugio en México, el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 contempla una asignación de solo 47.8 millones de pesos para la operación de la Comar, cifra que representa apenas el 2.8% del presupuesto destinado al Instituto Nacional de Migración (INM), encargado de la detención y deportación de migrantes.
El INM recibirá mil 700 millones de pesos, 35 veces más que la Comar, y otros 58.7 millones de pesos se destinarán a la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur. En contraste, el presupuesto asignado a la Comar en 2025 será un 6.5% menor que el de 2024, que fue de 51.2 millones de pesos.
Mientras el INM reportó 925 mil 85 detenciones de migrantes irregulares entre enero y agosto de 2024, un aumento respecto a los 778 mil 907 eventos registrados en todo 2023, la Comar ha recibido menos solicitudes de refugio este año. Entre enero y octubre de 2024, 66 mil 179 personas solicitaron asilo, lejos de las 140 mil 754 solicitudes recibidas en 2023, el año récord para esta dependencia.
Organizaciones como el Acnur han señalado que más del 50% de los migrantes que atraviesan México huyen de sus países debido a violencia, amenazas o inseguridad. Sin embargo, el sistema de apoyo para quienes buscan protección en México enfrenta un debilitamiento operativo y presupuestal.
A diferencia del INM, que ya tiene definido como próximo titular al actual gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, la Comar lleva dos meses sin un líder que dé rumbo a la dependencia. Tonatiuh Guillén, ex titular del INM, calificó la situación como un reflejo del desinterés del Gobierno federal hacia las políticas de inclusión y refugio. “Del otro lado tenemos una Comar prácticamente inexistente en términos operativos”, señaló.
Albergues como Casa del Migrante en Huichapan, Hidalgo, han reportado un aumento en el flujo de personas que buscan llegar a Estados Unidos antes de que Trump asuma la presidencia. Muchos migrantes, al enfrentarse a la posibilidad de deportación, recurren a la solicitud de refugio en México como estrategia para permanecer en el país y, eventualmente, continuar su trayecto hacia el norte.
“Los que regresen de Estados Unidos a México van a quedarse aquí como una medida temporal”, explicó Juan Luis González, coordinador del albergue. “Es importante que se nombre un titular para la Comar porque representa una esperanza para quienes huyen de sus países”.
El debilitamiento del sistema de refugio en México pone en riesgo los derechos de las personas migrantes y refugiadas. Según Guillén y otros expertos, es fundamental que la Comar reciba los recursos necesarios para operar eficazmente y brindar atención adecuada a quienes huyen de la violencia y la inseguridad.
La falta de atención a esta problemática no solo afecta a quienes buscan refugio, sino que también agrava las tensiones en torno a la política migratoria y la protección de derechos humanos en México. Con el aumento del flujo migratorio y la reconfiguración de políticas en ambos lados de la frontera, las decisiones presupuestales y administrativas del gobierno serán determinantes en el corto y mediano plazo. Más / IA