La presidenta municipal de Solidaridad, Estefanía Mercado, anunció su intención de cambiar el nombre del municipio por “Playa del Carmen”, con el propósito de fortalecer la identidad de este destino turístico ampliamente reconocido a nivel internacional.
La propuesta busca consolidar la marca “Playa del Carmen”, y aprovechar su renombre global para impulsar aún más el atractivo turístico de la región.
La iniciativa fue dada a conocer en el marco del 122 Aniversario de la Fundación de Playa del Carmen, que antiguamente tenía como principal actividad la producción de chicle y pesca
Hoy, a sus 122 años, Playa del Carmen es un referente turístico del estado y del país.
Playa del Carmen fue nombrado por primera vez en un documento oficial fechado un 14 de noviembre de 1902; la carta fue escrita por Ángel Rivas, quien -en ese año- fungía como gerente de la compañía chiclera “Colonizadora del Oriente Peninsular”.
La epístola fue enviada al entonces gobernador de Yucatán, Olegario Molina, y el documento fue hallado en el Archivo General de la Nación, misiva que para muchos es considerada como el “acta de nacimiento” de la ciudad.
De acuerdo con el cronista Raymundo Tineo, fue llamada Carmen, en honor a la esposa de Porfirio Díaz -Carmen Romero Rubio.
No es la primera vez que funcionarios intentan cambiarle el nombre al municipio de Solidaridad; el primero que lo intentó de manera oficial el alcalde Miguel Ramón Martín Azueta, cuando en 1999 lo sometió a un sondeo ciudadano, con la pregunta ¿cuál es el nombre que les gustaría más para esta zona de Quintana Roo?
La mayoría de quienes contestaron la pregunta optó por Riviera Maya, que fue el nombre turístico que adoptó esta demarcación y en segundo lugar, Playa del Carmen.
Actualmente Playa del Carmen está considerado como uno de los destinos turísticos más importantes del Caribe Mexicano; pero también una de las zonas más pobladas, con más de 350 mil habitantes (aunque oficialmente se reconoce a poco más de 255 mil ciudadanos).
La tasa de crecimiento de Playa del Carmen es de 7.5% anual, lo que la convierte en una de las comunidades de más rápido crecimiento de América Latina, pero también es una de las zonas con mayor rezago social, según la Secretaría del Bienestar.