- El expresidente defendió en un texto en El Financiero, la privatización de la empresa y señaló que las “repetidas violaciones (de reglas) no tuvieron sanciones graves”; la “fortuna descomunal” de Slim es responsabilidad de gobiernos neoliberales permisivos
El expresidente Carlos Salinas de Gortari acusó al empresario Carlos Slim de haber hecho ineficiente a Telmex, así como de ser abusivo y de haber amasado una fortuna descomunal, lo anterior lo hizo a través de dos extensos textos publicados en el periódico El Financiero, el 15 y 16 de diciembre del 2014.
“El señor Slim resultó un empresario hábil que aprovechó la débil regulación del Estado para establecer la posición dominante de Telmex.
También tuvo suerte al entrar al mercado Latino Americano de telefonía móvil cuando estaba barato.
Su fortuna descomunal exhibe a gobiernos neoliberales permisivos que durante años mantuvieron una regulación ausente que facilitó su acción monopólica”, señala en el segundo texto escrito y publicado en el Financiero.
Tras 25 años de que se anunciara la privatización de Telmex, el expresidente Salinas de Gortari analizó en un texto, en diciembre del 2014, en exclusiva para El Financiero, cómo el intento de competencia derivó en monopolio de las telecomunicaciones en virtud de las deficientes regulaciones que siguieron a la privatización de la empresa.
“Después de la privatización y durante la instrumentación de esta reforma, el régimen neoliberal permitió durante casi 20 años que Telmex abusara de su posición dominante de mercado.
Repetidas violaciones y abusos no tuvieron sanciones graves, como regulación asimétrica ni se exigió separación estructural, de funciones o contable, a pesar de su condición de dominante.
La autoridad tampoco exigió que respondiera a las solicitudes de interconexión como establecía el Título de Concesión.
“Los hechos duros comprueban que el deterioro actual de Telmex proviene de la ausencia de regulación durante el neoliberalismo, y no de la privatización bajo el Liberalismo Social”.
En el texto, Salinas de Gortari señala que la privatización de Telmex tuvo éxito, gracias a que el Estado dejó de ser grande para ser fuerte; hubo transparencia en el proceso, lo que reforzó el Estado de derecho; y la rendición de cuentas al Congreso fortaleció la democracia.
GOBIERNO, CÓMPLICE DE LOS MONOPOLIOS PRIVADOS
Asimismo, durante el neoliberalismo, Telmex terminó cuestionada pues a partir de 1995 se debilitó la regulación y al Estado; utilizaron procedimientos poco transparentes de regulación (Cofetel); y claudicaron en la rendición de cuentas (evidenciado también por el Fobaproa).
“Todo lo anterior confirma que si bien las reformas trascendentes pasan por tres etapas (primero su debate y reclamo social; segundo su aprobación legislativa; y tercero su ejecución), la tercera resulta la más importante: la forma cómo se llevan a cabo las reformas a lo largo de los años.
Por bien diseñada que esté una reforma, ésta fracasa durante su ejecución cuando los gobiernos se vuelven complacientes o cómplices de los monopolios privados. Hay regulaciones esenciales y regulaciones innecesarias.
“De otra manera se caería en el absurdo de responsabilizar del desastre en que se encuentra hoy Pemex al acto original de expropiación del petróleo, o señalar que la miseria de los campesinos es responsabilidad de la entrega de la tierra que permitió la reforma agraria” dice el texto de Carlos Salinas ante la postura de defender la privatización de la empresa.
LA VENTA DE TELMEX
En otra parte de su texto, Carlos Salinas defiende la venta de Telmex y asegura que no fue una venta apresurada: Su privatización se hizo de manera transparente; se anunció en septiembre de 1989; en agosto del año siguiente se publicaron la convocatoria a subasta pública y el Título de Concesión.
Los sobres con las varias ofertas de compra se abrieron ante notario público hasta diciembre de 1990, más de un año después de haberse anunciado la venta.
La privatización de Telmex requirió un trabajo previo muy cuidadoso, y cubrió los 21 pasos requeridos para cada privatización en la Comisión Gasto-Financiamiento del Gobierno Federal.
Se convocaron instituciones financieras internacionales para garantizar la transparencia de la privatización.
La compañía se inscribió en el Mercado de Valores de Nueva York (fue la primera vez que una empresa mexicana lo hacía).
Para cotizar en el mercado norteamericano, tuvieron que presentarse en Estados Unidos, de manera totalmente transparente, tanto los pormenores de su compraventa como el detalle y el listado de cada uno de sus nuevos propietarios: no hubo socios ocultos.
Telmex se vendió a un precio muy favorable para el gobierno. Dos años antes de la privatización, Telmex sólo valía 207 millones de dólares. Telmex sólo perteneció al Estado 18 años, entre 1972 y 1990. Al momento de la privatización el gobierno tenía 56% de las acciones y 44% ya era propiedad de particulares.
“TELMEX INCUMPLIÓ CON EL TÍTULO DE CONCESIÓN”
En su texto, Carlos Salinas de Gortari refiere que es falso que Telmex incumplió con el título de concesión, pero reconoce que esto fue solo al inicio
El expresidente, explicó que, en los primeros años posteriores a la privatización, Telmex promovió un impresionante programa de inversión que elevó inmediatamente la calidad del servicio y el desarrollo del sector.
A finales de los ochenta se invertían en Telecomunicaciones sólo 16 dólares per cápita. Con la privatización subió a 24 dólares. Eso permitió para 1994 casi duplicar el número de líneas por habitante.
El tiempo de espera por una línea se desplomó, pues los usuarios pasaron de esperar dos años por una línea a sólo cinco días.
En esos años, Telmex invirtió más de 10 mil millones de dólares y el sector de telecomunicaciones creció en promedio siete veces más que la economía en su conjunto.
La productividad por trabajador casi se duplicó. Sus precios bajaron 17% y, de acuerdo con lo publicado en la NBER, en esos años Telmex “no ejerció poder de mercado”.
A partir de 1996, la regulación ausente y un proceso judicial ineficiente hicieron que Telmex aflojara el paso en la inversión para mantener la calidad del servicio, y prefiriera expandir sus inversiones en otros países o recomprar sus acciones: para 2010 Telmex sólo invertía 7 dólares per cápita, la penetración de líneas por habitante seguía siendo muy baja (la mitad de la OCDE y menor que en la mayoría de los países que tienen el mismo desarrollo de México) y en estados como Chiapas y Oaxaca era la misma que 20 años antes.
La autoridad no logró imponer ninguna sanción ante el poder dominante, y desde 1998 el Regulador no obligó a Telmex a cumplir con la publicación de sus Índices de Calidad.
“TELMEX ES HOY UN MONOPOLIO PRIVADO”
El texto de Carlos Salinas también reveló que la OCDE documentó que, como ocurre en algunos países, “Telmex controla en México el 80% del mercado de telefonía fija y 70% de telefonía móvil.
Es una empresa con poder dominante en todos los segmentos del mercado (redes fijas, móvil, banda ancha) y en todas las regiones del país.
“La OCDE concluye que Telmex, operador dominante, goza de un poder de mercado duradero que la competencia no está minando y que tampoco está limitado por la regulación de ninguna manera eficaz”.
El Banco Mundial señaló en 1994: “Telmex es considerado como una de las grandes historias de éxito de la privatización“.
Para muchos Telmex se ha convertido en la “bestia negra” de las empresas privadas mexicanas.
Es decir, en sinónimo de “abuso, atropello, monopolio concentrador del ingreso”.
Al respecto, en el debate público se han vertido varias afirmaciones, sobre las que me permito, a petición de este diario, compartir mi opinión:
EN 2012, SLIM ERA EL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO
Slim no heredó su fortuna de Telmex, sino que aprovechó la falta de regulación neoliberal para consolidarse en el surgimiento de un nuevo sector, la telefonía móvil.
En 1995, cinco años después de la privatización de Telmex, Slim tenía un patrimonio de 3,700 millones de dólares, pero no figuraba en la lista de los hombres más ricos del mundo.
El crecimiento exponencial de su fortuna “coincidió” con la ausencia de regulación gubernamental de Telmex: desde 1997 Slim inició una carrera ascendente en la lista de millonarios de Forbes; para el año 2000, al final de la primera administración neoliberal, Slim ya tenía casi 10 mil millones de dólares y estaba entre los 30 más ricos del mundo; en 2006 su fortuna alcanzó 30 mil millones y ocupó el tercer lugar.
Para 2012 ya era el hombre más rico del mundo con una fortuna estimada en 70 mil millones de dólares.
CARLOS SLIM DICE QUE TELMEX, “YA NO ES NEGOCIO”
Después de más de 33 años de la compra de Telmex al Gobierno de México, el empresario Carlos Slim declaró que la empresa de su propiedad, “ya no es negocio”.
Entre las principales razones por las que Telmex ya no es rentable, según el Slim, son sus pasivos laborales superiores a los 270 mil millones de pesos para alrededor de 40 mil pensionados, que en ciertos casos reciben hasta un 160 por ciento de lo que era su último sueldo.
Otra de las razones de Slim, es que Telmex ha sido excluida para dar dividendos a sus clientes en los últimos 20 años, por lo que no han podido brindar servicios de televisión de paga ni competir en el sector y dijo que es posible que hasta 2040 las finanzas de la empresa sanen. El año pasado la fortuna de Carlos Slim superó los 100 mil millones de dólares.
El Independiente/Redacción Foto: cuartoscuro.com