Rafael Pascual
Tal y como dice el conocido refrán, “ojo por ojo y diente por diente”, operadores de la plataforma digital Uber comenzaron a autodefenderse de los operativos del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo), tal y como lo han hecho los mismos taxistas todo el tiempo: con un grupo de choque.
La tarde de este viernes, operadores de Uber se enfrentaron con inspectores del Imoveqroo e incluso con policías municipales, en un fallido intento por impedir la detención de dos vehículos que prestaban el servicio de transporte privado de manera irregular.
En un operativo implementado en la avenida Bonampak frente al campo de futbol Candelario Lira por la Supermanzana 74, alrededor de las 13:40 horas, personal de la dependencia estatal ubicó dos vehículos que prestaban el servicio de transporte de manera irregular y al detenerlos vieron que los conductores no contaban con los permisos pertinentes.
Ante ello, los inspectores de Imoveqroo pidieron la presencia de las grúas para proceder con la sanción correspondiente, pero en respuesta, los de Uber solicitaron el apoyo de sus compañeros de la plataforma electrónica, quienes arribaron al lugar de los hechos para enfrentar a la autoridad e impedir que fueran remitidas las unidades al corralón.
Al lugar arribaron también taxistas del Sindicato “Andrés Quintana Roo” que nada tenían que hacer ahí, lo que provocó momentos de tensión y provocaciones con los operadores de Uber, por lo que tuvieron que hacer presencia patrullas de Seguridad Ciudadana para evitar que la situación pasara a mayores.
Los policías no solo resguardaron el orden público, sino que respaldaron a las autoridades para que se cumpliera la Ley de Movilidad vigente.
Esta situación pone de manifiesto una creciente polarización en el sector del transporte en Cancún, donde Uber ha crecido de manera significativa a pesar de las restricciones legales, generando fricciones con los taxistas locales y las autoridades de movilidad.
Por otro lado, los taxistas siguen sin mejorar su servicio, continúan con unidades viejas y en mal estado, además de sucias y sin aire acondicionado, aunado a que encabezan la lista de quejas ciudadanas por malos tratos de los operadores, que muchas veces no van ni uniformados.
