Rafael Pascual
A pesar de los esfuerzos que aseguran estar realizando las autoridades en materia de seguridad, la percepción de inseguridad entre los habitantes de Cancún va en aumento. Así lo revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), correspondiente al primer trimestre de 2025.
De acuerdo con el estudio, el 79.5 % de la población mayor de 18 años en Cancún se siente insegura, un salto significativo en comparación con el 74.1 % registrado en diciembre de 2024.
Esta tendencia también se replica en Chetumal, que pasó de 60.4 % a 63.4 % en el mismo periodo. Ambas cifras están por encima del promedio nacional, que se ubicó en 61.9 %.
Además de esta percepción, la encuesta también reporta un aumento en el porcentaje de personas que dijeron haber sido víctimas de algún delito: de 35.3 % en el último trimestre de 2024 a 39.3 % en los primeros meses de 2025. No se trata solo de una sensación generalizada de inseguridad; también hay una experiencia directa más frecuente de hechos delictivos.
Este deterioro resulta aún más preocupante si se considera que, apenas en septiembre de 2024, Cancún había mostrado una mejora en este indicador.
En ese entonces, el porcentaje de personas que se sentían inseguras bajó a 73.2 %, desde un 77.8 % en junio. Pero el repunte registrado en marzo de este año revela que los avances fueron insuficientes o temporales.
La inseguridad no solo se refleja en cifras: también está alterando la vida cotidiana. Según el informe, 44.8 % de la población dijo haber dejado de portar objetos de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito por temor a ser víctima de un delito.
Además, 42.2 % evita dejar salir solos a menores de edad, 40.5 % ya no camina de noche por los alrededores de su vivienda y 25.5 % ha limitado las visitas a familiares y amistades. Estos cambios de rutina son síntomas claros de una ciudad donde el miedo condiciona las decisiones diarias.
