Descubre qué tan caro es llevar una dieta saludable en tu día a día, puede ser menos de lo que crees
Todos dicen que comer de una manera saludable y equilibrada es lo mejor, pero muy pocos hablan del impacto que esto puede representar en el bolsillo de las personas. Pero ¿qué tan caro es llevar una dieta saludable? Esto es lo que dicen los expertos.
¿Qué tan caro es llevar una dieta saludable?
El debate sobre si llevar una dieta saludable implica un costo elevado es complejo y depende de diversos factores, incluyendo la selección de alimentos, los hábitos de consumo y la región geográfica. En México, estudios recientes han aportado información valiosa para comprender esta dinámica.
Un análisis realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que ciertos alimentos nutritivos pueden ser más abundantes que los productos ultraprocesados. Por ejemplo, el precio promedio de un kilogramo de plátano es de aproximadamente 20 pesos, mientras que un kilogramo de pastelillos industrializados ronda los 55 pesos.
Asimismo, el costo de un litro de agua simple es de alrededor de 15 pesos, en contraste con las bebidas azucaradas, que cuestan cerca de 25 pesos por litro. Estos datos sugieren que optar por alimentos naturales no necesariamente representa un gasto mayor
Sin embargo, es importante reconocer que la asequibilidad de una dieta saludable puede variar según la región y las condiciones económicas. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indicó que, en 2020, el costo promedio mundial de una dieta saludable fue de 3,54 dólares por persona al día, con incrementos en años anteriores.
En América Latina y el Caribe, este costo es superior al promedio mundial, situándose en 4.08 dólares diarios, lo que puede representar un desafío para ciertos sectores de la población.
En México, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha enfatizado la importancia de planificar las comidas y seleccionar alimentos de temporada para mantener una dieta equilibrada sin incurrir en gastos excesivos. Por ejemplo, un refrigerador equilibrado que incluya un sándwich con proteínas, vegetales y cereales puede ser más económico que opciones menos saludables adquiridas en la calle.
Además, las Guías Alimentarias para la Población Mexicana 2023 promueven el consumo de alimentos frescos y de producción local, no solo por sus beneficios nutricionales, sino también por su contribución a la sostenibilidad y la economía local.
Aunque algunos alimentos saludables pueden tener un costo más elevado, existen estrategias para hacerlo más grandes. Por ejemplo, la planificación de menús semanales, la compra a granel y la preferencia por mercados locales pueden contribuir a reducir el gasto en alimentos nutritivos.
¿Qué incluye una dieta saludable?
Una dieta saludable incluye una combinación equilibrada de alimentos que proporcionan los nutrientes esenciales para mantener el cuerpo en buen estado. Estos son los principales componentes:
Frutas y verduras: son la base de una dieta saludable, ya que son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Se recomienda consumir una amplia variedad de colores y tipos para asegurar un espectro completo de nutrientes. Lo ideal es que representen la mitad de cada comida.
Cereales integrales: a diferencia de los cereales refinados, los integrales (como avena, arroz integral, quinoa o pan integral) conservan el salvado y el germen, ofreciendo más fibra, vitaminas del grupo B y minerales como hierro y magnesio.
Proteínas magras: incluye fuentes como pescado, pollo, huevo, legumbres, tofu y lácteos bajos en grasa. Las proteínas ayudan a la reparación y crecimiento de los tejidos, además de aportar saciedad.
Grasas saludables: provienen de alimentos como aguacate, nueces, semillas, aceite de oliva y pescados grasos como el salmón. Estas grasas, especialmente las insaturadas, son esenciales para la salud del corazón y del cerebro.
Lácteos o alternativas: los lácteos bajos en grasa o sus sustitutos fortificados con calcio y vitamina D, como las bebidas vegetales, contribuyen a la salud ósea y proporcionan proteínas.
Agua: es la base de la hidratación en una dieta saludable. Beber suficiente agua durante el día es esencial para mantener el cuerpo funcionando correctamente.
Porciones moderadas de alimentos ricos en energía: incluyen frutos secos, semillas y grasas saludables. Aunque son densos en calorías, aportan muchos beneficios cuando se consumen en cantidades controladas.
Bajos niveles de sal, azúcar y alimentos ultraprocesados: una dieta saludable limita estos componentes para evitar riesgos como hipertensión, obesidad o diabetes.
La clave está en mantener un equilibrio, escuchar las señales de hambre y saciedad del cuerpo, y adaptar las porciones según las necesidades individuales de edad, actividad física y estado de salud.
Excélsior / Eduardo Reyes Foto: Getty Images