back to top
27 C
Playa del Carmen
viernes 31 enero 2025

México no cedió narco a EU; espera castigo arancelario

Mañana sábado 1 de febrero se cumple el plazo fijado por el presidente Donald Trump para decidir si México está cumpliendo con la exigencia estadounidense de detener la producción y contrabando de fentanilo a Estados Unidos, si está destruyendo las estructuras orgánicas y territoriales del narcotráfico en los estados dominados por el crimen organizado y si lo he hecho hasta ahora –algunos decomisos y deportaciones– es insuficiente para la prioridad de la Casa Blanca de combatir el contrabando de drogas químicas que está generando decenas de miles de muertes al año.

Hasta donde se tienen datos, el gobierno mexicano de la presidenta Sheinbaum no atendió la exigencia perentoria de Trump sobre todo en el tema de la destrucción de las estructuras y territorios del narcotráfico en México y siguió manteniendo el modelo del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de “abrazos, no balazos”, aunque aceptando el arresto y deportación de algunos narcos a Estados Unidos y el secuestro de algunos capos por la DEA, pero sin tomar ninguna acción contra las estructuras territoriales de los cárteles de Sinaloa y Jalisco.

Los últimos reportes de la DEA han señalado que los cárteles de Sinaloa y de Jalisco y Los Zetas en EU –estos últimos no operan en México– son los responsables de la producción mexicana masiva de fentanilo como droga química, el contrabando a Estados Unidos, el uso de las estructuras de esos cárteles dentro del territorio americano para su distribución en los 50 estados de la Unión Americana, operan la venta al menudeo en las calles y lavan el producto de la droga en el sistema financiero estadounidense.

Donald Trump como candidato y luego como presidente en sus dos periodos amenazado con cuatro acciones a México: caracterizar a los cárteles del narcotráfico como terroristas, aplicar en México el programa de transterritorialidad con acciones que reconocen a los carteles como organizaciones criminales transnacionales, aplicar castigos arancelarios a México y Canadá por su –dicen en EU– desidia en combatir el contrabando de droga a través de las dos fronteras americanas y cerrar la frontera sur con México para impedir el tráfico de drogas y de paso de personas.

La respuesta de la presidenta Sheinbaum y del secretario de economía, Marcelo Ebrard Casaubón, a las amenazas de Trump ya como presidente de la República y ante el plazo del 31 de enero para ofrecer resultados está dejando entrever que Palacio Nacional sí atenderá el tema de los decomisos de fentanilo, pero no combatirá con fuerzas de seguridad las estructuras ni los territorios de los cárteles de la droga.

Esta percepción que se tiene ya en Estados Unidos de la negativa de México a cumplir con la exigencia estadounidense se asume con los mensajes reiterados en los últimos días por la presidenta Sheinbaum y Ebrard de que México está preparado para resistir o responder al alza de aranceles que podría decidir el presidente Trump mañana sábado 1 de febrero. Es decir, la respuesta mexicana es muy clara: aceptar los castigos económicos, pero no variar la estrategia de “abrazos, no balazos” porque a decir de las autoridades mexicanas se abriría una guerra criminal en estados y territorios que afectarían a la población civil.

México ha deslizado algunos indicios de que estaría preparando algunas órdenes de aprehensión contra algunos de los capos intermedios de los dos cárteles que preocupan a Estados Unidos, pero sin invadir los territorios del narcotráfico con fuerzas de seguridad. La justificación de México se sustenta en el hecho de que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico en diciembre de 2006 y el presidente Peña Nieto mantuvo la misma línea de acción y en ambos sexenios se desarrolló una guerra de criminales contra el Estado y contra la sociedad y de narcos por territorios que disparó los saldos de inseguridad, delincuencia y homicidios.

Como no hay plazo que no se cumpla, mañana tendrá que decidir Trump si lo poco que ha hecho México les satisface o si toman las decisiones de castigos arancelarios por temas de narcotráfico, aunque algunas fuentes mexicanas dicen que los castigos de impuestos al comercio exterior podrían ser más leves de lo esperado y quedar solo como una advertencia que cumpliría en parte una de las amenazas más contundentes del presidente Trump contra México por el tema del narcotráfico.

En caso contrario, la aplicación del 25% más de aranceles al comercio exterior de Estados Unidos como México sería un duro golpe a las exportaciones mexicanas hacia ese país con efectos mucho más graves de los que tendrían los aranceles en las importaciones mexicanas estadounidenses, sobre todo porque el tamaño de la economía estadunidense es muy alto.

Y queda la secuela fundamental: si hay aranceles, México y Estados Unidos tendrían que definir si continúan con el Tratado de Comercio Libre que estaría siendo usado por razones no comerciales. Es decir, que la amenaza de Trump podría acercar a Estados Unidos, Canadá y México a una finalización del acuerdo comercial y la zona de Norteamérica entraría en el espacio del T-MECXIT similar al BREXIT de Gran Bretaña en 2019.

El futuro de las relaciones comerciales México-Estados Unidos está en vilo y se decide mañana con las decisiones del presidente Trump.

El Independiente / Redacción     Fotos: cuartoscuro.com

NOTAS RELACIONADAS

Últimas Notas